El santuario Ostok a lo largo de dos meses, ha sido estancia de cientos de animales que han sido reubicados en sus medios silvestres y algunos de ellos, aún se encuentran en su proceso de rehabilitación, siendo el elefante Big Boy, el primero en llegar a este lugar.
Uno de los objetivos es ofrecer una vida digna y de bienestar a animales salvajes que perdieron su hogar por la destrucción de su hábitat y a crías que fueron arrebatadas de sus madres y que requieren cuidados humanos para sobrevivir.
Ostok, es el primer santuario de fauna silvestre cien por ciento natural en México sin exhibición abierta al público de ejemplares. Los animales, como Big Boy, podrán ser visitados por estudiantes, especialistas y periodistas siempre y cuando exista un propósito de educación, concientización, investigación o conservación.
Actualmente, este santuario es hogar de 18 felinos que fueron rescatados del santuario Black Jaguar- White Tiger en Ciudad de México, los cuales se encontraban en pésimas condiciones de desnutrición, no obstante, ya han recuperado el 80 por ciento de su peso.
Además dentro de tres meses, se habilitará un espacio para cocodrilos, la cual contará con una laguna en un espacio de dos hectáreas, que pueda resguardar a una capacidad de 40 ejemplares que estarán en un tiempo indefinido.