Las autoridades municipales encargadas de mantener un control con los comerciantes ambulantes del centro de la ciudad, han señalado qué al menos hay 500 de ellos qué se rehúsan a no vender sus productos, las invitaciones por parte del personal de normatividad comercial hacen de manera directa son ignoradas e incluso, hay reproches o agresiones verbales, indicandoles qué se ellos los van a mantener o si les van a dar alguna despensa.