El sector educativo emprende medidas para prevenir contagio de enfermedades respiratorias en los planteles educativos de los diferentes niveles de la entidad.
Desde el pasado 5 de febrero las autoridades educativas instruyeron a los jefes de departamento y de servicios regionales sobre la implementación de una estrategia de acciones de prevención para evitar contagio y propagación de enfermedades respiratorias en las escuelas de nivel básico, medio superior y superior.
El coordinador del programa Escuela y Salud de SEPyC, Walter Felipe Bernal Fonseca, dio a conocer que dicha estrategia de acciones consiste en los Lineamientos para prevenir y mitigar los efectos de la Influenza A (H1N1), en el sector educativo. Enfatizó que los virus que generan este padecimiento resultan más infecciosos, por lo que se propagan con mayor facilidad, en comparación con los transmisores de Covid-19.
Existen dos tipos de filtro escolar: el filtro básico y el filtro escolar estricto, mismos que permanecerán instalados durante el periodo que acuerden las autoridades sanitarias y de educación, conforme a la evolución de los niveles de la alerta epidemiológica. Ambos consisten en un dispositivo que se instala en la entrada de los planteles educativos con el fin de prevenir contagios. Se trata del "filtro básico", que integra una serie de preguntas sobre el estado de salud de la alumna o alumno, y exige el lavado de manos o aplicación de gel antibacterial, la instalación de carteles informativos, así como llevar a cabo la limpieza del plantel al menos una vez a la semana.
Para la implementación de los filtros, se mantiene una estrecha coordinación con las autoridades de la jurisdicción sanitaria, entre la Secretaría de Salud (SSA) y SEPyC. En caso de que una alumna o alumno presente síntomas de alerta, se llamará a los padres de familia o tutores, y se canalizará al área médica que corresponda.
Bernal Fonseca solicitó además el apoyo de los padres de familia en la implementación de esta estrategia, pues el primer filtro es el familiar, mismo que dijo, debe ser una práctica diaria en la que padres de familia o tutores permanezcan alertas para identificar síntomas como tos, dolor de garganta y/o secreción nasal abundante.