En los últimos 5 años, en Sinaloa los médicos han sido el blanco de los criminales, sin que haya una respuesta clara sobre porqué están siendo asesinados.
De acuerdo con los reportes policíacos, hay por lo menos un homicidio al año de personal médico en situaciones de violencia.
En junio de 2015 el pediatra Luis Oswaldo fue levantado en su consultorio en la ciudad de Culiacán, y encontrado asesinado días después.
También en junio pero 2016, en Culiacán, el asesinato del doctor Israel causó gran conmoción, ya que le dispararon en su consultorio particular frente a sus pacientes que esperaban consulta, tampoco se dio con el responsable a pesar de que había testigos.
En 2017, fueron dos casos, uno en Mazatlán donde el Director del ISSSTE el Doctor Camacho, fue agredido a tiros mientras conducía su auto para morir horas después en el hospital a causa de las heridas; y otro más en Culiacán, el doctor Flores asesinado en su consultorio.
Sólo en 2018 no hay registro de ningún médico asesinado, pero en 2019, está el caso de Francisco Javier, médico del Hospital de la Mujer en Culiacán, a quien le dispararon en más de 10 ocasiones mientras conducía su vehículo.
Este año, ya van dos casos, en enero un odontólogo de tan sólo 25 años; y este martes 29 de septiembre, el jefe del personal del IMSS en Sinaloa muerto a balazos al salir de su domicilio.
Lo relevante de los casos es que han causado gran indignación entre la sociedad, y lo que más llama la atención es que en ninguno de los casos se han esclarecido los hechos, lo que deja incertidumbre sobre el motivo de los ataques, si está relacionado con su profesión o se trata de otro tipo de cuestiones.