Padres de familias y alumnos manifiestan gran preocupación por las condiciones en las que se encuentra la escuela Primaria Ponciano Arriaga en la ciudad de Culiacán, ya que temen que los techos de las aulas y pasillos puedan colapsar en cualquier momento.
Yunué Gabriel, Alumno:
"Necesitan arreglarla, como están los salones, están destruidos del techo, le pueden caer encima a uno".
La escuela, relatan, tiene más de 60 años, y a pesar de su antigüedad no ha recibido mantenimiento por parte de las autoridades, solamente lo que pueden aportar los padres de familia.
Socorro Amador, Madre de familia:
"Necesitamos nosotros que nos apoyen porque los puros padres de familia no podemos... cómo el gobierno quiere que nosotros traigamos a nuestros niños si no hay el material necesario".
Para los padres de familia y personal de esta primaria, la decisión de regresar a las aulas fue muy complicada, pues además del miedo por la pandemia de Covid-19, hay temor por la infraestructura tan deteriorada que tiene el plantel.
Ixchel Corvera, Madre de familia:
"La atención que ellos pueden poner desde casa y y en el aula es totalmente diferente, por eso decidí traerlos para que ellos aprendan de la maestra directamente, pero también al ver la estructura como se encuentra actualmente sí da miedo, no".
La directora de la escuela, Gabriela Choza, comenta que desde 2018, sin éxito, se han hecho gestiones ante el ISIFE para rehabilitar los espacios más dañados.
Gabriela Choza, Directora de la Escuela Primaria Ponciano Arriaga:
"En una área de la escuela se cayó el techo, perdón se cayó el enjarre y junto con él el falso plafón que hay en esos salones, sin embargo nos damos cuenta ahora que entramos que el deterioro ha ido en aumento, y otra área donde están los salones de quinto y el salón de cuarto pues los techos realmente se encuentran muy deteriorados".
Reynaldo Félix, Padre de familia:
"Ahorita está el pretexto de que estamos a final de año, de que no hay presupuesto, de que hay que esperarnos, pero pues la escuela no aguanta ni podemos poner en peligro a los niños".
Los pilares de la construcción se encuentran dañados con las varillas expuestas, los techos y paredes guardan humedad, y hasta pareciera que hay hongos, lo que preocupa porque los niños podrían enfermarse.
Ramar, Alumno:
"Huele como a rata muerta, huele muy muerto ahí adentro, se siente como apestoso... se siente apestoso y me daña el sentido del olfato... yo creo que ya estoy enfermo porque tengo mocos".
Aunado al deterioro por el paso del tiempo, esta escuela, como muchas más, sufrió de vandalismo durante la pandemia, quedando sin energía eléctrica y con dificultad de acceso al agua potable por el robo de cables y tuberías.
Cindy Mejía, Presidenta de la Asociación de Padres de Familia:
"Pero mi niña, fíjate que ahora me dijo que le asustaba mucho el baño porque no tenía luz, que estaba muy tenebroso y a ella le asustaba mucho".
Por todo esto, también se ha solicitado a Protección Civil una revisión para conocer las condiciones de seguridad del plantel, pero a la fecha no han recibido respuesta, y ante la incertidumbre prefieren tomar clases en los patios para evitar una tragedia si los techos se llegarán a caer y los niños estuvieran en las aulas.