Las próximas elecciones, el rebrote por la pandemia y el final del gobierno de Quirino Ordaz Coppel, son tres factores que mantienen temerosos a los desplazados de la sierra concordense que tras tres años de lucha social han logrado conseguir se les construya al menos 50 viviendas en Mazatlán.
"Que la pandemia se nos puede venir encima ojala y se tranquilice con lo de las vacunas. Ya lo hablamos con el gobernador; lo de las elecciones ya ves que hay veda el 4 de abril. Lo que vamos hacer es seguir construyendo sin hacer conferencia de prensa. El otro asunto es que el gobierno del estado culmina en octubre y en julio ya tenemos nuevo gobernador electo y ahí pues se puede estancar", dijo Miguel Ángel Gutiérrez, el líder del Movimiento Amplio Social.
En esta semana se inició con los trabajos de escrituración de Villa Unión y de Concordia. Se van a adquirir de 6 a 7 hectáreas mismas que vendrán a satisfacer la necesidad de 350 familias mientras que en Concordia se plantea comprar de 6 a 8 hectáreas que vienen a satisfacer la demanda de 400 familias por lo que son dos millones de pesos para Concordia, ocho millones de pesos para Villa Unión y seis millones de pesos para Mazatlán.
Por lo pronto se espera que los que hoy se ha construido se entregue ya pues los desplazados tiene un plan B en caso de que no ocurra así.
"Quirino ha dicho que él va a terminar todo antes de irse y esperemos que lo haga y si no vamos a seguir presionando. La semana pasada dijimos que vamos a hacer un plantón y estamos preparados para el plantón", argumentó el líder del Movimiento Amplio Social.
Corresponderá al ayuntamiento de Mazatlán, introducir los servicios de agua potable, drenaje y energía eléctrica por lo que las casas culminarán hasta el mes de abril.