Desde hace tiempo los usuarios del transporte público reclaman las malas condiciones del servicio, sin embargo después de años de quejas y denuncias sobre la deficiencia del mismo, por primera vez los concesionarios admiten que el transporte público del Estado está colapsando.
Los dueños de las unidades móviles aseguran que las deficiencias del servicio se deben a la baja rentabilidad del transporte público como negocio, y piden al Gobierno de Sinaloa un aumento de dos pesos en la tarifa general y que se aumente además la tarifa de estudiantes.
Aseguran además que es esta baja rentabilidad la que no permite que se renueven las unidades que se utilizan para otorgar el servicio de transporte, lo que ha provocado a su vez un gran déficit de camiones urbanos activos.
La Federación de Autotransportes del Estado de Sinaloa (FAES) reclama en este sentido que el transporte público a pesar de ser una parte vital de las ciudades es uno de los pocos sectores económicos que no reciben ningún tipo de apoyos o subsidios como pasa en el caso de la pesca y la agricultura, por lo que piden el apoyo del Gobierno de Sinaloa.
En círculo vicioso el gobernador Rubén Rocha Moya comentó que no se puede discutir un aumento en la tarifa del transporte mientras no mejoren las condiciones del servicio y descartó totalmente la posibilidad de aumentar la tarifa para estudiantes.
El último aumento en la tarifa del transporte público en Sinaloa fue en el 2021, donde se aumentó un peso la cuota dejando una tarifa de 12 pesos con 50 centavos en las unidades que cuentan con aire acondicionado y 11 pesos con 50 centavos en las que no.
Cabe mencionar que no es la primera vez que se habla de la necesidad de reformar el transporte público en el Estado, incluso en el 2022 el exalcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro plantea la creación de un metrobús sin embargo este proyecto parece haber quedado en el olvido en la actual administración.