El 25% de adolescentes, especialmente mujeres, a nivel nacional se ven afectados por alguno de los Trastornos de la Conducta Alimentaria y requiere tratamiento multidisciplinario para rehabilitar su salud.
La obsesión con el peso y figura puede llevar al ser humano a caminos inimaginables como padecer un trastorno serio sin saberlo y culminar en enfermedad grave si no se detecta a tiempo, a ello se le conoce como Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), que no son otra cosa que desequilibrios psicológicos que conllevan alteraciones en la forma de alimentarse, donde a la persona afectada le preocupación la báscula, la imagen corporal y la alimentación, según la Organización Mundial de la Salud.
De acuerdo a un reporte de la Secretaría de Salud Federal en 2023, se encontró que los TCA afectan al 25% de los adolescentes en el país entre los 13 y 17 años, y están asociados directamente con algún problema mental, informó Ana Rosa García Berdeja, titular del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro de la Secretaría de Salud Federal.
Según el Manual Diagnóstico y estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5 por sus siglas en Inglés), los tipos de TCA más comunes son la anorexia, bulimia, trastorno por atracón, de conducta alimentaria no especificado, vigorexia y ortorexia, en los cuales el patrón central es una obsesión por la alimentación y el deporte.
La población juvenil es la mas afectada y la que asume algunas conductas muy específicas según lo explica la especialista en nutrición Alicia Ochoa.
Al respecto, la psicóloga Cristian Janneth Rodríguez, señala que las implicaciones de los TCA son muy extensos, se debe buscar el origen y tratarse de inmediato, ya que se relacionan directamente con el ambiente en el que se desenvuelve la persona, por estrés, crítica corporal, estereotipos establecidos por la sociedad y afectan sobre todo a la juventud.
De acuerdo al reporte emitido por el Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente" cada año se incrementan y atienden 300 nuevos casos, en edades de 14 a 19 años y 20 a 25 principalmente por bulimia, trastorno purgativo, atracón y anorexias (total y atípica).
Por ello, se recomienda en casa, observar conductas y acciones sobre todo en jóvenes, al menor indicio buscar la ayuda, pues estos trastornos han llegado a cobrar vidas por falta de atención, y de detectarse a tiempo cambia totalmente la historia para quien los experimenta.
Si va a iniciar cambios y hábitos alimentarios, debe ser por las razones y medios correctos, buscando más que bajar de peso, que prevalezca la salud, precisó la nutrióloga Alicia Ochoa.