Unicef prevé asistir en 2023 a unos 110 millones de niños en 155 países del mundo, una tarea para la que la agencia de la ONU para la infancia necesitará más de 10.000 millones de dólares, según anunció este lunes.
"Hoy hay más niños necesitados de asistencia humanitaria que en cualquier otro momento de la historia reciente", señaló en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, que alertó de la "mortífera mezcla de crisis" -conflictos, enfermedades y malnutrición- a la que se enfrentan los menores.
Esa situación ha empeorado a lo largo de 2022 debido entre otras cosas a la guerra en Ucrania, la creciente inseguridad alimentaria, las devastadoras inundaciones en Pakistán o brotes de cólera y sarampión en varias regiones.
Las crisis y conflictos han empujado fuera de sus hogares a casi 37 millones de niños en todo el mundo, un nivel no visto desde la Segunda Guerra Mundial.
Como parte del plan humanitario presentado este lunes, Unicef prevé ofrecer entre otras cosas tratamientos contra la malnutrición a 8,2 millones de niños, vacunas contra el sarampión a 28 millones, acceso a agua potable a 63,7 millones de personas y educación a 25,7 millones de menores.
Las crisis que requieren una mayor inversión, según la agencia, son Afganistán (1.650 millones de dólares), Ucrania y los refugiados ucranianos (1.058 millones), los refugiados sirios (867 millones), la República Democrática del Congo (862 millones) y Etiopía (674 millones).
En total, se piden a los donantes 10.300 millones de dólares para financiar los programas humanitarios de la agencia durante 2023.
Dentro de toda su estrategia, Unicef prevé prestar especial atención a los efectos de la crisis climática y dar prioridad a proyectos de adaptación y resistencia como parte de la respuesta humanitaria.
"Esto nos ayudará a llegar a niños que viven en las crisis de hoy y a la vez ayudarles a prepararse para las que están por venir", señaló Russell. EFE