En lo que va de 2019, en Jalisco se han registrado 611 casos denunciados ante la Fiscalía General del Estado por abuso sexual infantil; en 2018 hubo 2 mil 156, en 2017 fueron 2 mil 321 y en 2016 se denunciaron 2 mil 345 casos. Problemas nocturnos como enuresis o pesadillas, así como cambios de conducta suelen ser indicios de que un menor está siendo abusado sexualmente.
ELIZABETH GARCÍA DE LA TORRE/DIRECTORA DIF GUADALAJARA: "Hay cambios en la conducta y es mucho más grave y de alertar sobre todo aquellos niños que tiene enuresis, que se hacen pipí en las noches, que tiene problemas nocturnos, pesadillas, cambios en la conducta. También pueden ser conductas agresivas o que lo aíslan, o que lo hacen parecer mucho más sumiso".
El abuso sexual infantil es sistemático, y quienes ejercen este tipo de depredación vulneran de distintas maneras la integridad emocional, mental y física de su víctima.
MARTHA CATALINA PÉREZ/ESPECIALISTA UDEG: "Puede ser desde la exposición, el frotamiento, la manipulación de las partes íntimas. El silencio de la víctima hace que esto prevalezca oculto; lamentablemente el actuar del agresor de menores implica que se tenga el control total del menor".
De enero a marzo de 2019, los seis municipios con más incidencia de este tipo de delito son: Guadalajara con 116 casos; Zapopan con 78; Tlaquepaque con 53; le sigue Tlajomulco con 52; después Tonalá con 49; y Puerto Vallarta con 29 casos. El agresor suele estar en el entorno del menor, recurrentemente, es un familiar o alguien que ejerce una figura de autoridad sobre el infante.
ELIZABETH GARCÍA DE LA TORRE/DIRECTORA DIF GUADALAJARA: "Lamentablemente (hay que decirlo), es una realidad. Los agresores sexuales, son cercanos a la familia, son parte del entorno familiar, es decir, estamos hablando de padres, hermanos, tíos; también pueden ser figuras de autoridad moral ante el niño".
Una persona que en su infancia fue víctima de abuso sexual, puede guardar, reprimir u olvidar el recuerdo, lo que le puede generar problemas mentales o en su vida sexual adulta.
MARTHA CATALINA PÉREZ/ESPECIALISTA UDEG: "Y empieza a tener problemas de en la respuesta sexual, fobia sexual, vaginismo, disfunción, así como algún tipo de problemática de enfermedad mental, depresión, ansiedad, fobias, trastorno obsesivo compulsivo".
La cifra negra de las agresiones sexuales a niños o niñas, es que por cada un caso denunciado, se estima que hay entre seis y nueve en el silencio.