Ante los abusos a los derechos humanos que se han registrado en los centros de rehabilitación conocidos como anexos, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, el arzobispo Francisco Robles Ortega pide a la autoridad poner especial cuidado en la aparición de este tipo de lugares, señalò que en muchos casos se disfrazan como centros de ayuda y terminan siendo sitios de reclutamiento del crimen organizado.
"Las autoridades deben de tener mucho cuidado de la aparición, de la permanencia de estos centros, porque muchas veces no son realmente centros de recuperación, son centros de reclutamiento de jóvenes para ponerlos al servicio del crimen organizado, y cuando no hay un registro, no hay una autorización, pues es obvio que hay algo ahí por aclarar."
Luego del asesinato de seis personas el pasado 25 de julio en la clínica en adicciones "El Cerco de Vida", ubicado en la colonia La Cofradía de Tlaquepaque, el cardenal advirtió que mientras no haya una regulación y vigilancia por parte de las autoridades en estos lugares, siempre habrá un riesgo.
"Las políticas para abrir un centro de éstos y para que permanezcan, tienen que contar con todos los permisos, la vigilancia de la autoridad, los programas que se apliquen para la recuperación de los jóvenes que se internan ahí, el personal que va a atender ahí; eso debe ser por ley".