Los candidatos a gobernador pusieron de manifiesto el que comparten visiones similares para dar solución a la inseguridad que se ha registrado en los últimos tiempos en la entidad, según las propuestas que ofrecieron durante el tercer debate que se realizó en la Casa de la Cultura de Lagos de Moreno.
El candidato de Movimiento Ciudadano (MC), Enrique Alfaro Ramírez, consideró que la inseguridad empieza desde casa, por lo que se requiere que todos coadyuven para mejorar este clima y lograr una verdadera paz, además de refrendar que no se negocia con la delincuencia.
De acuerdo con el candidato de la coalición "Juntos Haremos Historia", Carlos Lomelí, consideró que se requiere aumentar el salario de los policías en 20 por ciento, además de contar con más elementos que puedan actuar de una manera adecuada ante las incidencias delictivas.
El candidato del PRI, Miguel Castro, lamentó que el 31 por ciento de la población haya sido víctima de algún delito, por lo que se requiere dar más presupuesto al Poder Judicial para que se castigue a los responsables de los delitos y que cuente con una autonomía.
Miguel Ángel Martínez del PAN, lamentó la incapacidad que han tenido las autoridades para contener a la delincuencia y consideró que es molesto escuchar a algunos candidatos presentar la panacea para resolver el problema de la delincuencia cuando ni siquiera siendo gobierno han podido marcar la diferencia.
Para el candidato del PVEM, Salvador Cosío, lo que se requiere es una despistolización de los delincuentes, a través de un freno para el tráfico de armas, contar con elementos certificados, con equipo táctico y una capacitación militarizada, además de implementar una depuración policial.
Carlos Orozco Santillán, del PRD, consideró que para erradicar la inseguridad, se tienen que ofrecer más opciones de desarrollo a las personas, principalmente a aquellas que son pobres, aunque no debería de considerarse que los pobres se convierten en delincuentes.
Finalmente, la candidata del PANAL, Martha Rosa Araiza, consideró que lo que hace falta es mano dura para actuar contra los delincuentes, incautar los bienes para quienes han dañado a la sociedad, además de ofrecer mejores condiciones laborales a la gente, pues se estima que 6 de cada 10 empleados ganan menos de tres salarios mínimos.