La esperanza sigue viva. Desde hace un mes, el hermano del señor Ezequiel Fierros está intubado en la Cruz Verde Delgadillo Araujo, luego de llegar en mal estado tras infectarse de Covid-19.
El diagnóstico es grave; sin embargo, la familia del infectado espera todos los días a las afueras del hospital en la espera de información que de señal de alguna mejora y terminar con la espera de llevárselo a casa.
Señala que desde que ingresó, al menos han tenido la oportunidad de verlo en videollamada en dos ocasiones.
"Creo que ya tenía como una semana enfermo, pero no sabemos si su señora lo llevó antes a un médico o así, no sabemos; entonces como que lo dejó agravar. Él llegó a la casa con su hija, con él que es su yerno, llegó como a los seis o siete días y ya llegó ahogándose, ya le faltaba mucho la respiración y ya estaba muy incómodo; entonces lo llevaron de inmediato a un médico, que dijo que lo tenían que llevar a un hospital (...) que le habían dicho que su oxigenación había subido, pero sigue grave; de hecho, hace como siete días nos habían dicho que ya no había esperanzas de nada porque su corazón estaba demasiado cansado, él también, y que sus pulmones ya habían agarrado mucho aire, oxígeno, y que posiblemente no nos iba a salir en la noche".
El señor Fierros asegura que a pesar de la gravedad de su hermano, la familia está tranquila al saber que está bien atendido, pues señala que todo el personal se ha portado amable y les avisan de forma puntual sobre la situación.
"Nos han hecho dos videollamadas con él; de hecho, hace siete días que nos dijeron que nada más era cuestión de esperar, la doctora salió y fue tan amable que nos hizo una videollamada con él, platicamos con él, y tal vez eso fue lo que reaccionara más fuerte, y le esté echando más ganas. Unos doctores son tan amables que una fotito, nos dejan verlo y así, pero han sido como unas tres veces desde que estamos aquí".
Hasta el momento, lo más complicado ha sido conseguir el Enoxaparina, un medicamento que sirve para prevenir el desarrollo de coágulos en las piernas de los pacientes que están en reposo, pues dicen que está escaso y donde lo hay, está a sobreprecio.
Señaló que cada vez son más los que ingresan y fallecen por este virus; incluso, hay quienes han muerto en taxis o en las puertas del hospital, por lo que pidió a la población tomar en serio esta pandemia.
"Nos ha tocado ver decesos, que llegan. Una quedó en un taxi, ya no alcanzó a ingresar, otro quedó en la entrada (...) que le sigamos echando ganas, no todos tenemos la suerte de que nuestro paciente. No cantamos victoria, porque como dicen los médicos, en ratos están bien y luego se ponen graves", agregó.