La intoxicación de personas por consumo de alcohol en municipios del sur de Jalisco ya cobró la vida de 21 personas y otras 29 han sido hospitalizadas para recibir la atención de urgencia tras presentar síntomas como dolor de cabeza, pérdida de la visión y un malestar general intenso, detalló el responsable de la Jurisdicción Sanitaria de la Secretaría de Salud Jalisco, Hugo Esparza.
"Hasta el momento son 56 personas afectadas, de las cuales, lamentablemente, 21 han perdido la vida, 29 siguen enfermos y 6 personas ya fueron dadas de alta; hasta el corte tenemos personas de los municipios de Mazamitla, de Tamazula y por ahí tenemos también una persona del municipio de Sahuayo, que como ustedes saben está muy cerca", informó el funcionario.
La causa de la intoxicación se debió al consumo de supuesto alcohol puro de caña, según la etiqueta de las botellas, pero que en realidad contenía metanol, un producto químico de uso industrial que con una cantidad mínima puede ser letal, detalló la responsable de la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Jalisco, Denís Santiago.
"El 29 de abril, el resultado de las muestras concluyó que el producto contiene una alta concentración de metanol, destilado de madera que se emplea para desnaturalizar el alcohol etílico y como aditivo de combustibles líquidos, este agente químico es de uso industrial y está presente en productos de limpieza, anticongelantes, pinturas y barnices", indicó la titular de Coprisjal.
La marca de alcohol que consumieron las víctimas es "El Chorrito", misma que es investigada por la Fiscalía del Estado para deslindar responsabilidades y lograr la reparación del daño. Hasta el momento han sido asegurados más de 700 litros de alcohol de diversas marcas en los municipios de Mazamitla y Tamazula.
En una rueda de prensa conjunta entre autoridades estatales y municipales, se reiteró el llamado a la población a no consumir alcohol puro de caña ni alcohol industrial, mientras los municipios mantienen una campaña de información a través de perifoneo y volantes para alertar a la gente sobre el riesgo de muerte por el consumo de productos que no cumplen las normas de sanidad.