La muerte de Giovanni ha desencadenado manifestaciones de protesta y una crisis política en Jalisco sin precedentes.
Todo comenzó el pasado miércoles 3 de junio, cuando familiares del joven Alejandro Giovanni López Ramírez, denunciaron que un mes antes, en mayo, el albañil de 30 años fue detenido porque no llevaba cubrebocas y fue entregado muerto tras estar bajo custodia de policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos.
Ante la indignación por el caso, el jueves 4 de junio se realizó una manifestación para exigir Justicia por Giovanni que finalizó en el Palacio de Gobierno y se salió de control, terminó con patrullas incendiadas, un fuerte enfrentamiento, la detención de 28 personas y seis elementos de seguridad lesionados, entre ellos uno al que prendieron fuego.
Aunque el viernes 5 de junio se anunció la detención de tres policías municipales involucrados en la muerte de Giovanni, la protesta continuó, convocada por la tarde afuera de la Fiscalía del Estado, en la calle 14, pero elementos de seguridad armados con bats y el rostro cubierto realizaron decenas de "levantones" contra jóvenes que se dirigían a la manifestación, a quienes golpearon, amenazaron y abandonaron sin pertenencias en colonias de la periferia.
"En cuestión de segundos vimos cómo aparecieron tres camionetas sin rotular, se bajaron a perseguir un chico más o menos como de 15 años y lo empezaron a golpear brutalmente delante de todos los que estábamos en la parada del camión, estaban súper coordinadas estas personas, eran más o menos ocho personas que portaban pistolas y algunos bats y palos, se dirigieron hacia mí y a mi amigo y literal nos dijeron que ya nos cargó la chingada y que nos iban a levantar, y así fue como me sometieron por el cuello, con pistola en mano y todo el tiempo amenazándonos de golpearnos, y así fue como me subieron a la parte de atrás de una camioneta pick up", narró una de las víctimas a Meganoticias.
La brutalidad con la que operaron los agentes fue reprobada por familiares de los jóvenes detenidos, por organizaciones civiles e incluso la ONU, por lo que el sábado 6 de junio el gobernador, Enrique Alfaro, se disculpó con la población, ordenó una investigación y pidió la liberación de todos los detenidos durante las protestas. La noche de ese sábado, también fueron detenidos seis jóvenes que protestaban afuera de Palacio de Gobierno e intentaron prender fuego a la puerta.
El domingo 7 de junio, quienes protestaron fueron los familiares de los dos únicos elementos de la Fiscalía del Estado detenidos y señalados de participar en los levantones. Las familias exigieron su liberación, pues aseguran que sólo son "chivos expiatorios" y siguieron órdenes superiores.
Hasta este lunes 8 de junio, la postura del Gobierno de Enrique Alfaro es que existen intereses políticos, en concreto de Morena, para desestabilizar Jalisco, por lo que estaría ese partido detrás de los enfrentamientos y destrucción de mobiliario urbano, aunque Alfaro también deslizó la posibilidad de que el crimen organizado hubiera ordenado los levantones de manifestantes la tarde del viernes.
Mientras tanto, familiares de los dos policías y seis jóvenes que permanecen detenidos exigen su liberación.