Los daños que durante la construcción de la línea 3 del tren eléctrico se han originado en edificios históricos como lo han sido el Templo de San Francisco, el Templo del Sagrario, el Museo del Periodismo y la Catedral Metropolitana se pueden atribuir a la falta de un estudio a profundidad en el arranque del proyecto según detalló Carlos Suárez, Profesor Investigador de la U de G.
El académico explicó que previo al arranque de las obras y sobre todo antes de consolidar el túnel se debió analizar la dinámica de suelos, ya que sobre la avenida Alcalde históricamente se habían tenido problemas de socavones debido al estado del subsuelo.
Agregó que las fracturas y grietas que se detectaron en algunos inmuebles se presentaron por la vibración tras el paso de la tuneladora y otros trabajos que se realizaron.