La reunión que esta semana tuvieron integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no dejó satisfechos a dirigentes de la Iglesia Católica en México, quienes acusaron que fue un ejercicio donde el mandatario expresó sus propios datos y no hubo margen a cuestionamientos.
El cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, mencionó que el CEM llevó su reunión ordinaria mensual, pero se decidió invitar al mandatario López Obrador para un diálogo:
"El presidente pidió visitarnos, el Consejo de Presidencia decidió recibirlo en un formato, digamos que no favoreció el diálogo, sino sencillamente se privilegió la escucha de lo que el presidente quiso compartirnos; fueron sus datos, por supuesto muy positivos, un país que no sabemos dónde existe, pero así nos lo transmitió", aceptó el cardenal Robles Ortega.
Señaló que por parte de la presidencia de la CEM se manifestaron las principales preocupaciones, por ejemplo la inseguridad, la violencia e incluso el problema migratorio, principalmente en Chiapas, tema expuesto por el obispo de la diócesis de Tapachula, Jaime Calderón Calderón.
A decir del arzobispo de Guadalajara, el resto del evento fue la única exposición del presidente hablando de programas sociales y su visión del país.
La idea del Presidente de México de reunirse con los obispos, fue con el argumento que ellos conocen realidades del país de primera mano por su contacto con la población. Sin embargo, el cardenal Francisco Robles Ortega aseguró que lo que les presentó el mandatario no empata con la realidad que se vive en México.