Habitantes de Santa Cruz de las Flores, delegación de Tlajomulco, denuncian la contaminación de áreas naturales, la sobreexplotación de las aguas subterráneas y la deforestación de espacios como el volcán Totoltepec.
La contaminación ha avanzando conforme se instalan corredores industriales sobre la carretera a Colima o en el Circuito Metropolitano Sur, que arrojan sus desechos a cuerpos de agua, mientras las autoridades municipales tienen sin funcionar plantas de tratamiento, lo que enferma a los habitantes, denuncia Angélica Ramos, del Comité Agua y Vida.
"Amenazan la vida silvestre, pero sobre todo la vida de la gente y solamente estamos hablando de un aspecto, cuando sabemos que ya la industrialización en toda la cuenca está generando problemas de salud muy graves en las personas, como cánceres, insuficiencia renal, problemas de hipertiroidismo y otros problemas de las vías respiratorias", advierte Ramos Gómez, con décadas de lucha social por el agua y la vida en la región.
Los arroyos que antes llegaban limpios al humedal conocido como la Playa de Santa Cruz ahora son canales de aguas fétidas que afectan a pobladores y al ecosistema; incluso hay aves migratorias que siguen acudiendo al punto, pese a que lo que antes era un ojo de agua cristalina hoy son canales de aguas negras putrefactas.
Los vecinos advierten la deforestación del cerro de Totoltepec, volcán inactivo que forma parte de la misma formación geológica del bosque La Primavera, que está siendo invadido por fraccionamientos campestres irregulares y parques industriales que se instalan gracias a cambios de uso de suelo, lo que afecta al suministro de agua al bajar la infiltración.
"No les llega el agua, de hecho tienen que levantarse a las cuatro de la mañana para agarrar un chorrito", asegura Leticia González, vecina de Santa Cruz, "para donde yo vivo es parte baja y sí llega un poquito más, pero como de las diez en adelante el chorrito está muy leve".
Hasta balnearios como el San Antonio, que se alimentan de manantiales del valle donde está Santa Cruz, están siendo afectados por la deforestación que baja la infiltración del acuífero, y por la proliferación de pozos de fábricas y agroindustrias que acaparan el agua.
"(El agua) la absorbieron a la vez y taponearon las venas del agua con bentonita, entonces el agua ya no fluye para acá, ya el agua la chupan ellos", lamenta José Gabriel Ángel Aguirre, comisario ejidal de San Antonio Mazatepec, que opera el balneario desde 1950.
"Las albercas se llenaban en dos horas y ahora necesitamos toda la noche", señala, "tenemos la opción que perforamos un pozo para el pueblo, pero el agua no sirve porque el agua tiene muchos contaminantes y la gente no la quiere".
Para los pobladores, es necesario poner un alto a la contaminación de la industria, a la extracción de agua que no se destina a la gente y recuperar las zonas naturales deforestadas.
"Lo que exigimos es al menos que ya no sigan construyendo fábricas, que ya no sigan devastando el cerro, que no sigan tumbando los árboles, que no hagan más pozos, esa es toda nuestra preocupación", dice Leticia González.