Por primera ocasión, astrónomos lograron identificar la deformación de un exoplaneta denominado WASP-103b, causada por la extrema atracción gravitacional generada por su estrella.
De acuerdo a una investigación publicada en la revista científica Astronomy and Astrophysics, un grupo internacional de astrónomos con ayuda del Satélite de Identificación de Exoplanetas (CHEOPS) de la Agencia Espacial Europea, logró identificar por primera ocasión la deformación de un planeta distante que, a causa de las inmensas fuerzas de marea a las que está sujeto, presenta una forma ovalada, similar a la de un balón de rugby o de fútbol americano.
Según la investigación, el planeta WASP-103b, descubierto en 2014 en la constelación de Hércules, a mil 533 años luz de la Tierra, es casi dos veces más grande que Júpiter con una masa 1.5 veces superior a la del gigante gaseoso; sin embargo, la cercanía con su estrella denominada WASP-103, que es 1.7 veces más grande y de temperatura similar a la de nuestro Sol, hace que la atracción gravitacional sea tan intensa siendo capaz de deformar drásticamente su forma esférica.
Al combinar datos obtenidos con el telescopio espacial Hubble de la NASA con el telescopio espacial Spitzer y el CHEOPS, los expertos identificaron el cambio en la forma de WASP-103b. Esto con el objetivo de medir la curva de deformación aprovechando que el planeta atenúa ligeramente la luz de la estrella cada vez que pasa delante de ella (fenómeno denominado "tránsito").
"Tras observar varios de los llamados tránsitos pudimos medir la deformación. Es increíble que hayamos podido hacerlo. Es la primera vez que se realiza un análisis de este tipo", comentó Babatunde Akinsanmi, coautor del estudio.
Al determinar un parámetro llamado "número de Love" a partir de la curva de deformación (que indica la distribución de la masa dentro del planeta), se obtuvo evidencia que sugiere que WASP-102 b y Júpiter presentan estructuras internas similares a pesar de sus tamaños.