Por violar las leyes de contaminación de Estados Unidos al alterar sus resultados de sus pruebas de emisiones de dióxido de carbono, la multinacional automotriz alemana Daimler AG y su subsidiaria Mercedes-Benz USA pagaran una suma de mil 500 millones de dólares.
Esta decisión fue tomada por la Agencia de Protección Ambiental estadounidense y por la Oficina del Fiscal General de California, quienes alegaron que las compañías usaron "dispositivos de desactivación" capaces de engañar a los reguladores y logrando vender aproximadamente 250 mil automóviles y camionetas con motores diésel entre los años 2009 y 2016.
Debido a este acto, los fabricantes deberán pagar una multa civil de 875 millones de dólares, de los cuales 436 millones serán destinados para costear la retirada de los vehículos y un programa federal de mitigación ambiental; 110 millones de dólares serán utilizados para la mitigación ambiental en California y más de 70 millones serán utilizados en concepto de otras multas.