Exigen justicia tras feminicidio de “Chayito”; familia necesita protección
María del Rosario Martínez Castillo, "Chayito", tenía sólo 23 años, toda una vida por delante, pero la violencia machista segó sus proyectos, junto con el pequeño que llevaba en el vientre, pues tenía cuatro meses de embarazo cuando su pareja sentimental la asesinó.
El feminicidio ocurrió el domingo por la noche en La cuchilla, Zapopan, y fue atestiguado por la hija de Chayito, una pequeña de sólo tres años.
Y aunque ha pasado casi una semana desde entonces, todavía no se ha detenido al responsable, por lo que este viernes familiares y amistades de Chayito se manifestaron para exigir justicia. "Nuestra manifestación es para pedir justicia por el agresor de mi hermana, así como que las autoridades no tarden en hacer su trabajo, pongan las cartas en el asunto y el agresor llegue prontamente a la cárcel, que puedan encontrarlo", exigió Martín Martínez, hermano de Rosario, quien participó en la manifestación que partió desde la glorieta Minerva hasta el centro de Guadalajara, donde protestaron frente al Congreso del Estado y Palacio de Gobierno.
Martín Hernández es paramédico de la Cruz Verde Zapopan y él mismo se encargó de atender la agresión contra su hermana que terminó en feminicidio. Mientras continúan las investigaciones por parte de la Fiscalía del Estado, la familia de Chayito pide la protección de las autoridades. "Pedimos más que nada la justicia y seguridad para toda mi familia, tanto los que vivían en casa como los que estamos externos, como son mis hermanas y un servidor, porque hemos sufrido algunas amenazas por parte de las otras gentes, para que estemos seguros nosotros, porque nos sentimos con miedo al llegar a casa, nos sentimos con pavor de que nos llegue a pasar algo en casa o en calle", advierte el hermano de la víctima.
Jalisco es el tercer lugar nacional en el número de feminicidios. De enero a octubre se registraron 57 víctimas, según el más reciente informe del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El feminicidio es la cara más terrible de la violencia de las mujeres, donde el victimario es una persona cercana a la víctima, algún familiar, novio o esposo, que comete el crimen por celos o el afán de control.
Expertas advierten que en la mayoría de los casos, previo al feminicidio, hay otros tipos de violencia verbal y física que van en aumento y que pueden alertar sobre el peligro, como bromas hirientes, chantajes, celos, humillaciones en público, empujones, golpes, amenazas o abusos sexuales que requieren denuncias y ayuda profesional para evitar que la violencia escale hasta un asesinato.
