Autoridades federales ofrecieron una disculpa pública a los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo que vivieron durante años con la amenaza de ser desplazados por la inundación que sufrirían sus pueblos a consecuencia de la construcción de la presa El Zapotillo.
El portavoz del gobierno federal fue el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación Arturo Medina Padilla.
Aceptó que la construcción del embalse fue una violación a los derechos humanos de éstas tres comunidades ubicadas en los municipios de Cañadas de Obregón y Mexticacán.
Por su parte los pobladores de estas localidades aceptaron la disculpa pública que les ofreció el gobierno federal, por las afectaciones psicosociales y ambientales. El portavoz del pueblo fue María Edén Mora Quezada, quien lamentó que las autoridades nunca les informaron los alcances del proyecto o que implicaría su reubicación.