La Virgen le concedió que su hijo viviera hace 12 años, dice la señora Martha, quién espera pacientemente agarrada de la barrera de madera que abre el camino principal en la explanada Juan Pablo II unos pasos del ingreso a la basílica.
Ellos son una pareja que ya tiene bisnietos, Pedro era danzante, con su cara triste dice que ya no puede seguir a *la madrecita" porque sus piernas ya no les responden, pero eso no les impide ahora que emprendan su camino desde Tlajomulco hasta la explanada, donde todos en familia esperan la bendición de la zapopana.
Un par de seminaristas de primero y segundo de filosofía tienen la encomienda de tomar fotografías, video para el seminario diocesano, así ellos deambulan por toda la explanada Juan Pablo II, ambos coinciden en que el fervor y amor por la virgen es su motivación.
Cada una de las personas con el cansancio a flor de piel, pero la motivación de que está a punto de llegar la Imagen a su basílica, esperan orando, cantando, platicando, el arribo de la Generala, la pacificadora, la Virgen de Zapopan que por 248 años cumple a su cita.