El hospital ubicado al interior de la penal de Puente Grande fue rehabilitado para dar atención médica a pacientes de COVID-19, luego de la detección de un brote de infección con 45 internos contagiados hasta el momento, informó el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
"El trabajo en conjunto nos permitió detectar un brote en el reclusorio que está controlado, todos los casos que ya se han identificado están aislados, las medidas son efectivas, están funcionando bien, tenemos además habilitadas ya 10 camas para no tener que hacer traslados a otros hospitales de quien lo necesitara, hasta ahorita no hay todavía ningún otro hospitalizado, estamos estables", dijo el gobernador.
El hospital del reclusorio ahora cuenta con 14 camas de hospitalización, así como dos espacios aislados de terapia intensiva con ventiladores para complicaciones respiratorias graves. También se adquirió equipo de imagenología, gases medicinales, lavandería y recolección de desechos infecciosos; y se fortaleció la plantilla laboral, al sumar 12 enfermeras, 6 médicos, 6 trabajadores administrativos y 6 afanadores.
El gobernador aseguró que analizan la posibilidad de solicitar la libertad anticipada de algunos presos o el cambio de medidas cautelares para internos del reclusorio preventivo, a fin de reducir el hacinamiento en Puente Grande, y destacó la importancia de la estrategia Radar Jalisco, sin la cual no se hubiera detectado el brote de Coronavirus.
"Se está discutiendo y se está analizando desde el punto de vista jurídico, no lo descartaría, me parece que es una ruta que se puede explorar y la vamos a tener definida la próxima semana; poder detectar estos casos a tiempo, que con el modelo nacional no los hubiéramos detectado, nos permite también tomar las decisiones como lo estamos haciendo, de aislamiento, de atención y de evitar más contagios".
Enrique Alfaro también confirmó la muerte por COVID-19 de un trabajador de mantenimiento del reclusorio, aunque sospechan que el contagio se dio afuera de las instalaciones.