El caos fue algo que prevaleció por momentos antes de iniciar el Tercer Informe de Gobierno de Guadalajara en la presidencia municipal. El primer obstáculo a sortear fue llegar al centro de la ciudad por los múltiples cierres que hay por las obras secundarias de la línea 3 del tren ligero.
Posteriormente, había que superar un filtro al ingreso, conformado por policías, quienes no dejaban pasar a nadie a menos que mencionaran nombre y apellido de quien los invitó o mostraran su invitación.
Al pasarlo, había otro obstáculo más: superar al personal de protocolo que tenía que revisar el nombre de todos y cada uno de los invitados especiales, sin importar de quién se tratara, tal como le pasó al diputado Alejandro Hermosillo, que esperó varios minutos hasta que encontraron su nombre en la lista, luego de mencionarlo, puesto que la persona que dejaron ahí encargada no lo conocía.
La expectativa de este informe era el contar con los dos gobernadores de la entidad, el electo, Enrique Alfaro quien es alcalde tapatío con licencia y el actual, Aristóteles Sandoval, pero este último canceló de último momento para dejar en su representación al Secretario General de Gobierno, Roberto López Lara.