A pesar de que desde 2019 se aprobó una reforma a la Ley de Equilibrio Ecológico para restringir el uso de bolsas de plástico y en 2020 nació la norma técnica para que empresas productoras migraran los materiales de las bolsas a productos amigables con el ambiente, la realidad es que a tres años de distancia la normatividad es letra muerta.
Si bien algunas tiendas de autoservicio y empresas de suministro dejaron de usar bolsas de plástico al empaquetar productos, micro, pequeños y medianos negocios las siguen utilizando de forma indiscriminada. Los costos de bolsas biodegradables o de otros materiales provocan que aún recurran a las de polietileno.
Apenas dos municipios de Jalisco modificaron sus reglamentos para armonizarlos con las normas estatales que restringían el uso de bolsas de plástico: Guadalajara y Zapopan. Datos obtenidos por transparencia muestran que no se aplicó ninguna sanción a negocios en estos tres años por uso de bolsas de este material.
Algunos comerciantes ven factible promover otros tipos de bolsas entre sus clientes, pero otros afirman que la gente sigue prefiriendo las bolsas de plástico por practicidad.
"Ya no está permitido. Ahorita estamos invitando a la gente que traigan su bolsa ecológica; aquí ya tenemos la bolsa ecológica donde le cargamos todo. Esta la puede meter al refrigerador y guarda sus alimentos. Los invitamos a que al regreso la traigan otra vez y así no contaminar", expresó Andrea Hernández Solís, comerciante del Mercado Corona.
Otros comerciantes consideran que la gente prefiere la bolsa de plástico por practicidad: "La gente no le gusta cargar, le gusta lo fácil, le gusta así. Te voy a decir: por año gastamos cerca de 60 mil pesos para la pura bolsa", expresó Ramón Saldaña, propietario de una carnicería.
Ambientalistas han propuesto, como forma de desincentivar el uso de las bolsas de plástico, que los costos ambientales para producir o desechar bolsas se sumen al precio final del producto. Es decir, una bolsa de plástico que se tira y no se recicla, tarda años en degradarse y eso genera costos de remediación ambiental que deberían sumarse a los bienes y servicios; si bien encarecería los productos, obligaría a pensar dos veces antes de usar una bolsa.
Piden no satanizar las bolsas de plástico y mejor culturizar
A pesar de que en los últimos años se generó la imagen que el uso de bolsas de plástico es negativo para el medio ambiente, expertos en la materia reconocen que el uso de las bolsas polietileno se sataniza a pesar de que habría otros tipos de materiales que la larga pueden ser mucho más contaminantes y afectar el entorno.
Pedro Ortega Gudiño, investigador del Departamento de Ingeniería Química de Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, explicó que el problema no es el uso de plástico, que sigue siendo incluso mucho más higiénico para algunos productos alimenticios que el papel o la tela, sino que la gente desecha las bolsas y no recicla. En otras palabras, es la falta de reutilización de los materiales el verdadero conflicto.
Explicó el especialista que aún hay una gran dependencia en el consumo de poliestireno y poliuretano porque son económicos para la industria, comparado a otras sustancias que son muchos más amigables con el ambiente.
Reconoció también que sería un error pensar que otras bolsas como las de papel o plástico son menos contaminantes. Las bolsas de papel implica la destrucción de arbolado para la obtención de celulosa, mientras que las bolas de tela, por el uso de pigmentos, tienden a ser mucho más contaminantes que una bolsa de plástico. Se siguen investigando opciones para reemplazar las bolsas de plástico:
"Pero llegando a casa probablemente ese plástico lo tiremos y más cuando se trata de empaques pequeños no se reutilizan, no le encontramos otra utilidad pero a diferencia de otros materiales que han venido a intentar sustituir el plástico como el papel no puede reutilizar varias veces. La otra alternativa es que utilicemos una bolsa de tela, pero tendría que estar limpia cada que vamos a comprar un alimento o algo por el estilo para que no se contamine con lo que compramos la vez anterior. Pero en general no debería ser un material tan satanizada", expresó el especialista.