A siete meses del incendio en el mercado San Juan de Dios, los locatarios concuerdan que la seguridad ha cambiado para bien..
Carmen Lomelí es una mujer que trabaja en el primer piso del mercado, ella desde que tiene memoria ha estado en el negocio y asegura que ha tenido muchos cambios significativos.
Hay vigilancia, aparte ya los vagabundos, muchos ya no hay, después que se quemó ya no hay tanto vagabundo. No sé a dónde se fueron, pero ya hay menos. Como punto turista está mejor, el ya no ver tanto vagabundo, tanto borracho, sí hay todavía, pero no se compara.
El señor Carlos Sotelo concuerda en que la seguridad ha aumentado, lo cual les ha beneficiado en la visita de compradores e invita a las personas a asistir al mercado.
Para los clientes que vengan, tienen seguridad, tanto clientes como locatarios, aquí cualquier persona que se pase, robar o algo, si les va mal, por eso se invita a todos los clientes que vengan a consumir el producto, aquí hay de todo.