María Torres de 58 años arribó a la Basílica de Zapopan desde las 5:00 de la mañana, caminó varias horas con el fin de agradecer el milagro recibido por La Pacificadora, sanar a sus dos hijos. El frío de aproximadamente 17 grados centígrados no fue un impedimento para ella, quien siente un gran amor por La Generala.
"Mi niño fue sietemesino y fue cesárea porque padezco del corazón y nació muy malito, se le fue el líquido amniótico a los pulmones, todos los doctores me decían que mi hijo estaba muy mal, que ni me hiciera ilusiones, que sí creía en Dios que empezara a rezar, le dije, sí creo, entonces se lo encomendé a la Virgen de Zapopan", comentó.
Al sanar su hijo, María cumplió su promesa. "Le prometí a la virgen traerlo en cuanto mi hijo caminara, y se lo traje, al año caminó, y se lo traje a su pasito del niño y le dije a la virgen, virgencita aquí está tu niño mi niño, gracias que me lo dejaste vivir".
Otro de sus hijos también fue sanado y aunque ya pasaron varios años de estos milagros, todos los días María le agradece a la Señora de la Expectación los favores recibidos. "Tengo mi otro hijo que también me lo curó tenía doce días de nacido, de bronquitis, también se estaba muriendo, lloro y le agradezco, me da mucha emoción y mucho sentimiento", agregó.
Esta romería para María y muchos devotos de la virgen fue muy significativa, los testimonios continuarán mientras siga existiendo la fe.