Su nombre es Katherine Venecia Tovar, tiene 15 años y uno de sus más grandes sueños es convertirse en bailarina. Actualmente Katherine ocupa el primer lugar en la lista de menores que esperan un riñón en Jalisco, una lista en la que se encuentran un total de cuatro mil 758 pacientes entre niños, adolescentes y adultos, que tienen insuficiencia renal.
Su enfermedad inició desde los tres años cuando fue diagnosticada con síndrome nefrótico. A los siete años, comenzó con insuficiencia renal y a los 12 años pasó a etapa terminal. Debido a que la mayor parte del tiempo lo pasaba en hospitales, tuvo que abandonar la escuela primaria y solo llegó a tercer grado. Además por la enfermedad, la movilidad de sus piernas se ha visto afectada, al igual que su crecimiento.
"Ya tengo cinco años y nada, aún no llega mi riñón. Ya nos han hablado varias veces pero por mis condiciones, que a veces no estoy bien, no se ha podido. De hecho estuve estable pero llegó la pandemia y cancelaron los trasplantes" señaló Katherine.
De acuerdo con Mily Naveja, presidenta de la Asociación Donación de Milagros, actualmente tienen un padrón de 80 niños con insuficiencia renal, de los cuales el 30 por ciento se encuentran en lista de espera para recibir un trasplante.
Por ello urgen a que los diputados locales aprueben la iniciativa que se encuentra congelada desde la pasada Legislatura, que establece que todo ciudadano se considerará como donante a menos que haya expresado su negativa, y el consentimiento final no dependerá de un tercero, como ocurre en la actualidad.
"Estamos en la lucha, estamos diciéndole a los diputados y a las diputadas por favor un poquito de empatía con la causa, pero además asumir la responsabilidad que le toca al gobierno en que Jalisco es el número uno en insuficiencia renal en el mundo y no nos ha volteado a ver", refirió.
Durante 2021 se hicieron 497 trasplantes de riñón, de los cuales solo 57 fueron de cadáver, de acuerdo con el Centro de Trasplantes de Órganos y Tejidos de Jalisco (Cetrajal). A decir de Carlos Mata, director de Políticas Públicas, la iniciativa que se impulsa es poco viable, ya que contrario a lo que se cree la mayor parte de las familias cuyo paciente fallece aceptan donar sus órganos; el problema radica en la baja detección de potenciales donantes.
"Qué es lo que más nos falta, detectar todos los potenciales donantes con muerte encefálica en todos los hospitales públicos y privados, para que ahí nosotros veamos la viabilidad de sus órganos, hablar con la familia y si acepta extraer esos órganos (...) Creemos que tiene que seguir siendo una opción la donación, en vez de hacernos obligatorios donantes" indicó.
Otro problema es la falta de certificación en hospitales para realizar trasplantes, ya que actualmente solo hay 12 hospitales públicos y 24 privados que están acreditados en el estado y estos se encuentran concentrados en Guadalajara y Zapopan. Ante ello, informó que ya alistan la certificación de cuatro unidades regionales (Ciudad Guzmán, La Barca, Puerto Vallarta y Tepatitlán).