La mayor parte de La Primavera tiene dueño.
Un estudio pagado en diciembre de 2019 por el Organismo Público Descentralizado (OPD) que maneja el bosque señala que más de la mitad del área natural es de propietarios particulares, otro 23 por ciento es de 11 distintos ejidos y menos del 18 por ciento es terreno público en manos del Gobierno del Estado.
Tenencia de la Tierra en el Bosque de la Primavera:
El "Estudio de las Diferentes Fuentes de Cartografía Sobre la Tenencia de la Tierra (Catastral) en el Bosque de la Primavera" fue elaborado por Maximiano Bautista Andalón.
Según la información entregada vía transparencia, entre los particulares hay más de 350 propietarios, dentro de fraccionamientos en el bosque como El Roble o Pinar de la Venta, al noroeste, o predios de instituciones educativas como el Colegio Cervantes, ITESO, Universidad Lasalle, UNIVA y la Universidad Panamericana.
Entre los ejidos que tienen tierras al interior del Área Natural Protegida están los de La Primavera, Emiliano Zapata, Huaxtla, Tala, San Isidro Mazatepec, San Agustín, Santa Ana Tepetitlán, Colli, Jocotán, San Juan de Ocotán y Venta del Astillero. En la área de influencia también hay terrenos forestales de los ejidos Santa Cruz del Astillero, El Arenal, San Juan de los Arcos, Cuspala, San Sebastián el Grande, Nextipac y Zoquipan.
Inclusive hay una "área de exclusión" en el ejido Santa Ana Tepetitlán, que abarca más de 500 hectáreas que fueron incluidas en el decreto de protección de La Primavera, pero donde actualmente no se aplican las restricciones ambientales por un amparo que fue otorgado a los propietarios, lugar donde han aumentado las urbanizaciones.
Y aunque hay políticos que en cada campaña prometen expropiar el área natural, para expertos y activistas es una propuesta que es costosa, difícil de aplicar y que no necesariamente daría resultados.
"Personalmente no creo que la expropiación sea una garantía que remedie los problemas", advierte Gerardo Alberto González Cueva, investigador de la Universidad de Guadalajara. "Si se expropia, habría que ver de dónde salen los dineros", cuestiona, "yo creo que todos los actores deben ser escuchados, me refiero a los dueños de la tierra, sean estos pequeños propietarios o ejidatarios, a los diferentes niveles de gobierno, sector académico y a la población en general".
Pedro Alcocer, de la organización Anillo Primavera, señala que es común en el mundo que espacios de patrimonio natural o cultural sean de particulares; el objetivo es incluir a los dueños de predios en el cuidado del bosque.
"Es una condición con la que tenemos que aprender a coexistir, para eso están las reglamentaciones", considera.
"Lo importante es tener una visión participativa, que todos estén de acuerdo, es algo que hace falta, el plan de manejo del bosque está desactualizado", recuerda Alcocer, "se supone que se tiene que actualizar cada 5 años o cuando el ecosistema lo requiera, yo creo que ya han pasado incendios, transformaciones muy importantes".
El Programa de Manejo vigente tiene veinte años de antigüedad, por lo que el nuevo debe incluir una visión participativa de largo plazo y explorar el pago por servicios ambientales, donde algunos dueños de terrenos reciban recursos para mantener en buen estado sus predios.
Quienes ya están dentro o alrededor del bosque deben conocer los riesgos que representa su presencia.
"Si ya estás ahí tienes que ser muy consciente de que vas a tener que tener mucho cuidado con tus residuos, tanto los orgánicos como los de jardín, porque sobre todo los que viven en la parte alta crean combustibles para que cualquier chispita inicie los incendios ahí", advierte Tania Vázquez, del colectivo Salvemos El Bosque.