La madre del cielo arribó a su casa, la Basílica de Zapopan. Alrededor de 3 horas y media y 9.2 kilómetros fue el recorrido al que peregrinaron los romeros para acompañar a La Generala, ilusionados regresaron a la peregrinación tras dos años de haberse suspendido debido a la contingencia ocasionada por el COVID-19.
Miles de personas impulsadas por el amor a la Virgen de Zapopan recibieron en su casa a la madre de Jesús, sin importar las condiciones del clima y los dolores físicos por el peregrinaje, agradecen tantos favores recibidos, agradecen ser hijos de la madre del verdadero Dios por quien se vive. "Por que cuando estás con Dios y con la virgen no te molesta nada, ni el sol, ni el aire, ni la lluvia, para mi tengo mucho gusto, y estoy muy feliz", dijo la señora Irma Valdez
"Me siento muy agradecida, por la salud que nos ha regalado, por haber enfrentado tantos problemas y sobre todo por permanecer las familias unidas". comentó Gabriela.
"Le debo la salud, la salud de mi madre, es increíble volver a estar aquí", expresó Claudia.
El señor Arnulfo padece de cáncer, para él, recibir a la Reina y Madre de Jalisco en su hogar la Basílica de Zapopan es un regalo. "Gracias a la Virgen María he salido adelante y vine con mucho gusto a darle las gracias y a pasar el testimonio para que la gente vea que todo lo concede Dios cuando uno se lo pide gracias a su madre Santísima".
Minutos antes de las 11:30 de la mañana la Virgen de Zapopan ingresó por los arcos del Andador 20 de Noviembre escoltada por miles de fieles, mientras circulaba por un pasillo conformado por decenas de danzantes, sacerdotes, seminaristas y pueblo en general.
La bendita imagen lucía hermosa, portando su vestido azul cielo con motivos dorados y pasteles, fue alzada en los hombros de los hermanos franciscanos, quienes la llevaron hasta el atrio principal de la Basílica para subirla al altar adornado con flores y follaje donde se realizó la celebración eucarística.