Uriel Ortiz Quiroz originario de Veracruz desapareció el 15 de septiembre del 2015 en el municipio de Tlajomulco, Uriel llegó a Guadalajara en el mes de mayo del mismo año que fue visto por última vez, buscaba mejores oportunidades laborales.
Hablando hermana Lorena Ortíz. "El trabajaba en un banco de arena y su patrón le dio donde vivir". Su hermana le esperaba de visita en su casa para festejarle su cumpleaños el 16 de septiembre. "Yo lo esperaba en casa con pastel porque pues el día 16 es un día de descanso y pues él no llegó, ni recibí una llamada, nosotros le marcamos, no contestaba, nunca ya contestó el teléfono lo mandaba a buzón".
Lorena Ortiz explicó que su hermano tenía problemas con algunos de sus compañeros de trabajo a causa de envidias y malos entendidos. Lorena detalló que el pasado 29 de abril de este año recibió una llamada por parte de personal del Centro de Identificación Humana del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para que acudiera a recibir información sobre su hermano. "Pero yo en ése momento les pregunté que si había un documento donde avalara todo lo que me estaban diciendo y donde habían encontrado el cuerpo de mi hermano y me dijeron que no, que no tenían esa documentación".
Lorena acudió a la Fiscalía de Desaparecidos para que le proporcionarán los dictámenes que en Semefo no le entregaron. Sin embargo la autoridad no contaba con información al respecto. En el informe que ofreció Semefo a la hermana de Uriel, detallaron que los restos de su familiar fueron ingresados el 20 de octubre del 2015, permaneciendo hasta el 2018. "Fiscalía no tenía ninguna información y ningún documento donde dijera que el cuerpo que estaba en Semefo era el de mi hermano".
En los años de búsqueda, los padres de Lorena fallecieron y no se enteraron de la posible localización de Uriel. "Esos dictámenes que yo les estoy pidiendo a Semefo que son los estudios de necropsia y todos los resultados de ADN pero en papel que me los den en documento y hasta ahorita no me han dado nada".
En el 2022 Lorena acudió a la toma de ADN de los cuerpos que fueron exhumados del panteón forense de Coyula, en Tonalá, y dos años después, en el mes de abril le notificaron que hubo coincidencias con uno de los cadáveres que había ingresado en octubre del 2015, es decir, un mes después de que ocurrió la desaparición de Uriel. "Y del 2018 se lo llevaron al Panteón de Coyula y de ahí fue exhumado en el 2022, fue uno de los cuerpos que sacaron de ahí de Coyula y de esos cuerpos supuestamente es ése el de mi hermano".
Lorena no puede más, hace poco perdió a sus padres, la situación se agravó ante el dolor de no tener a su hermano, la desesperación separó a sus familia, cada día se hace presente el calvario, el llanto y la desesperación no cesa, son casi nueve años de un dolor inexplicable. Lorena solo espera que ése cuerpo sea el de su hermano. "Espero y ruego a Dios que sí sea él para ya acabar con este martirio, con este viacrucis que traigo".
Lorena Ortiz deja en claro su denuncia por la falta de efectividad de las autoridades. "Porque Fiscalía es un dependencia, es una porquería, es una porquería y así se lo digo, hay ministerios públicos que no deberían de estar ahí, es un lugar que no deben ocupar".
Meganoticias se comunicó con el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para obtener información al respecto, sin embargo no obtuvimos respuesta alguna.
Por este caso, la familia presentó las respectivas denuncias en dependencias federales y estatales, así como una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) por la presunta negligencia. Al final, lo único que desea Lorena para su hermano es darle cristiana sepultura llevando los restos mortales a su estado natal,