En la región Altos de Jalisco hay una presa construida hace casi 30 años para llevar agua a Guadalajara que nunca ha sido aprovechada para la ciudad, a pesar de que está llena con agua de buena calidad.
Se trata de la presa El Salto, que retiene el agua del río Valle.
Este río nace en la Barranca Negra del municipio de Tepatitlán, pasa por la cabecera municipal de Valle de Guadalupe y ahí se almacena en la presa El Salto, con capacidad para 85 millones de metros cúbicos de agua.
Después del embalse, el río Valle se une al río Verde. La presa de El Salto está a 15 kilómetros de la polémica presa en construcción de El Zapotillo y ambos embalses están prácticamente a la misma distancia de Guadalajara, a 80 kilómetros lineales.
La presa El Salto fue construida en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, con la promesa de enviar desde ahí más de 2 mil litros de agua por segundo a Guadalajara. Fue finalizada en 1993, pero jamás se construyó el acueducto necesario para que sea aprovechada por Guadalajara.
"Esa presa está en buen estado, hemos muestreado y no está contaminada, y tiene más de 20 años que no se usa esta agua, cuando hay buen tiempo de lluvia se llena, se derrama y nadie saca agua, entonces esa para Guadalajara podría ser una alternativa, nada más hay que ver los costos y el impacto", señala el académico de la Universidad de Guadalajara, Aldo Castañeda Villanueva.
La capacidad de la presa El Salto es incluso superior a la presa Elías González Chávez, conocida como "Calderón", que actualmente no sirve para abastecer a Guadalajara ante el exceso de extracción y la sequía en la zona, por lo que es una de las razones para el desabasto que padecen cientos de la colonias en la ciudad. Y en contraparte, habitantes de los Altos deben sacrificar el agua que se almacena en la presa Calderón, pues todo el líquido que se extrae tiene como destino Guadalajara.
Tras años de haber sido concluida la presa El Salto, sin aprovechamiento, apenas en 2016 se finalizó un acueducto y planta de potabilización para llevar líquido desde ese embalse a la cabecera municipal de Tepatitlán. Aún así, el municipio alteño aprovecha menos de la tercera parte del agua que se le permite extraer de la presa y Guadalajara sigue sin un proyecto para utilizarla.
Para el especialista en temas de agua del Centro Universitario de los Altos, Aldo Castañeda, la presa El Salto puede ser una opción a mediano plazo para Guadalajara, pero primero debe privilegiarse el cuidado, investigación, tratamiento y reciclaje del agua que ya hay disponible.
"Yo creo que no tiene muchas alternativas más, entonces yo creo que deberíamos cuidarla más, hacer un estudio más a fondo de los pozos, tratar de buscar las maneras de que se haga una recarga artificial, hacer buenos tratamientos, que se pueden hacer, y reutilizar el agua", advierte el académico.