Ordenan 33 sacerdotes y 14 nuevos diaconos para Jalisco

Durante el fin de semana, en el Santuario de los Mártires Mexicanos, 47 jóvenes recibieron el sacramento del Orden Sacerdotal de manos del Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara; 14 en el grado del diaconado y 33 más como sacerdotes. 

Con la imposición de manos, el Cardenal de Guadalajara concluyó la formación de los candidatos y los consagró como sacerdotes tras, por lo menos, 10 años de estudios en el seminario concluyendo los conocimientos filosóficos y teológicos. 

En su mensaje el Cardenal Francisco Robles se dirigió a los nuevos sacerdotes incitandolos a no dejarse llevar por el nuevo nombramiento que acaban de recibir sino que que se entreguen a una labor de servicio por los demás:"No se les olvide, no piensen en el ascenso por el ascenso, el mejor puesto, el mejor, lugar, el mejor destino, la mejor parroquia, el mejor párroco, la mejor comunidad, no pensemos en eso, pensemos en abajarnos como lo hizo Cristo y servir, comenzando por el más pobre, por el más abandonado, por el más sufriente y por el que más necesita de la luz y del auxilio de Dios", dijo el Cardenal.

Al final de las ceremonia de ordenacion sacerdotales el arzobispo hizo públicos los destinos de los nuevos presbíteros. 

Entre junio de 2022 y mayo de 2023 suman 107 sacerdotes ordenados para la Iglesia Católica en la entidad. El 4 y 5 de junio del año pasado, la Iglesia de Guadalajara calificó como "histórica" la incorporación de 70 diáconos a su presbiterio, conformado por alrededor de mil integrantes. 

Los nuevos sacerdotes tienen como responsabilidad enseñar los principios del Evangelio, presidir la Eucaristía y administrar los sacramentos como el Bautismo, la Unción de los enfermos, o el Matrimonio. 

Entre las funciones del Diácono se encuentran el asistir al obispo y al presbítero en el Altar, conservar y distribuir la Sagrada Comunión, bendecir los matrimonios, llevar la comunión a los enfermos, bendecir las cenizas y presidir los ritos funerales y sepelios (sin la celebración de la Eucaristía); ejercer la caridad en las actividades de la Iglesia y administrar el sacramento del Bautismo.