A 28 años de las explosiones del 22 de abril en el barrio de Analco, las cuales cobraron la vida de oficialmente 212 personas, y dejaron más de mil 300 heridos, las secuelas por este hecho siguen para los sobrevivientes, quienes ahora durante la contingencia del COVID-19, ven suspendidos los servicios de las consultas médicas que tenían cada mes, y reciben medicamento incompleto, lamenta Sonia Solórzano, una de las sobrevivientes.
Desde hace por lo menos un mes, desde el anuncio de las medidas preventivas por el coronavirus, los servicios médicos en el Hospital Zoquipan se han visto interrumpidos paulatinamente, hasta ya no ser atendidos, y respecto a los medicamentos que ahora reciben a domicilio, son los que se mantienen en el tratamiento que seguían antes de la emergencia sanitaria.
"Tengo entendido que ya desde hace unos días, el secretario de salud al parecer dio la indicación de que se nos entreguen medicamentos en domicilio, a todos los lesionados y afectados del 22 de abril, esto por la demanda que hay y la necesidad de tanto medicamento. "Entonces sí hay deficiencias, no te entregan tratamientos totalmente completos, pero están haciendo según ellos lo más posible por cubrirla. Lo lamentable es que no tenemos derechos al servicio médico, porque nos cerraron el hospital de Zoquipan, supuestamente si hay una urgencia médica tendríamos que ir a urgencias de ahí mismo del hospital de Zoquipan.
Los medicamentos que reciben en promedio las 230 personas, no están completos, pues algunos para el control de dolor no son recibidos por la empres que es originaria de Tamaulipas, hecho que los pacientes ya han reportado con las autoridades sanitarias, sin tener respuesta.
La mayoría de las personas sobrevivientes son adultos mayores, con padecimientos como la hipertensión y diabetes, lo que los vuelve además vulnerables a otro tipo de enfermedades, por lo que piden que el gobierno atienda sus solicitudes.
¿Qué va a pasar con nosotros con nuestra salud? Nos van a seguir medicando con medicamentos de hace uno o dos, o tres meses porque se nos cancelaron las citas, o que realmente nos escuchen y nos digan quién o cómo nos van a atender las urgencias o alguna necesidad médica en este tiempo, porque sí, entendemos la contingencia, entendemos la gravedad del virus, pero también deben de entenderse que nuestra enfermedades son enfermedades crónica ya degenerativas y estamos indefensos ante esto, y somos del grupo de personas vulnerables.
Algunos de los sobrevivientes han solicitado consultas a domicilio, pero no han tenido alguna respuesta.