Aunque la informalidad laboral en Jalisco está por debajo de la media nacional, la pandemia del covid-19 profundizó la precariedad laboral en la entidad, es decir, que los trabajos que se generan, aún dentro del sector formal presentan condiciones desfavorables para los trabajadores.
Así lo dieron a conocer especialistas al presentar el estudio "Precariedad e Informalidad laboral en el Área Metropolitana de Guadalajara 2018-2021", que se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad ITESO. "Tú puedes tener empresas muy formales con trabajadores precarizados, con trabajadores que ni siquiera se les reconoce como trabajadores sino como asociados (...) O tenemos también que en el sector público hay trabajo informal, por ejemplo la proliferación de las contrataciones por honorarios", señaló Pablo Yanes Rizo, Coordinador del Cepal.
La mayoría de trabajadores están en micronegocios, los cuales representan el 92 por ciento de los espacios laborales que hay en la entidad, de acuerdo con los especialistas esta situación ha aumentado también la precarización, ya que los trabajadores están más desprotegidos, sin acceso a seguridad social.
Así mismo se encontró que la precariedad laboral sigue afectando más a mujeres que a hombres. "A esto se añade el constante crecimiento de la población en edad de trabajar y de la incorporación de las mujeres a la actividad económica (...) Se ha traducido en un descenso real de los ingresos, en la inserción de formas de trabajo más inestables y con menos acceso a la seguridad social" indicó Lucía Álvarez, Académica de la Universidad Nacional de Autónoma de México.
Además, Yanes Rizo, indicó que otro fenómeno que se ha registrado en los últimos años, es el aumento de la tasa de desempleo entre la población de jóvenes, que pese a que la escolarización es mayor en este grupo, que en años anteriores, encuentran empleos precarios. "Tenemos la generación juvenil más escolarizada de la historia del país y al mismo tiempo las tasas de desempleo más altas (...) Se ha generado una situación en donde en lugar de que mejores empleos demandan más educación, los mismos empleos demandan más educación" refirió Yanes Rizo.
Los especialistas concluyeron que no se ha logrado que el progreso técnico se traduzca en un progreso social, ejemplo de ello, es el caso de trabajadores de plataformas de entrega de alimentos, que laboran en condiciones precarias.
El cambio tecnológico está siendo visto como una amenaza, lejos de ser visto como un aspecto positivo, aseguraron.