Habitantes de El Salto, Juanacatlán y Tonalá acudieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) para presentar una queja por el estudio de salud que fue oculto por diez años y que comprobaba la presencia de agentes tóxicos en la sangre de los niños que viven cerca del contaminado Río Santiago.
"¡Agua, tierra y aire limpio para nuestros pueblos!", fue uno de los gritos que los pobladores lanzaron para exigir que sean investigados y sancionados los funcionarios de la Comisión Estatal del Agua y la Secretaría de Salud Jalisco que tuvieron el estudio en sus manos y prefirieron ocultar los resultados y negar la existencia de evidencia científica sobre el impacto de la contaminación en las poblaciones cercanas.
Los pobladores recordaron que aún no ha sido cumplida la "macro recomendación" emitida por la propia CEDHJ en 2009, tras la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, quien cayó al canal del Ahogado, afluente del Río Santiago, y murió por intoxicación de arsénico.
Por ello, exigen que se actualice la recomendación y se tome en cuenta los nuevos daños, como los ocasionados por el basurero Los Laureles o los resultados del estudio.