El linchamiento de personas presuntamente por ser un delincuentes es una barbarie que demuestra la falta de capacidad de las autoridades para responder a las demandas de la ciudadanía, consideró el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez.
El ombudsman nacional lamentó que en el estado de Puebla no se haya actuado adecuadamente para evitar este tipo de justicia por propia mano, pese a que desde el 18 de enero de este año, cuando se emitió la recomendación por la muerte de dos encuestadores en el municipio de Ajalpan, porque no se han tomado las medidas requeridas para la protección de las víctimas.
Desprendida de esta omisión, es por lo que dos campesinos, presuntamente inocentes, fueron linchados en esta semana en el municipio de Acatlán de Osorio luego de ser acusados de "roba chicos", sin que la policía municipal, cuando los detuvo, pidiera el auxilio de otras corporaciones municipales o de la policía estatal para su resguardo.
Según González Pérez, dentro de un mes se presentará un estudio de la CNDH sobre los linchamientos en el país y las medidas para evitar que este tipo de sucesos se repita, puesto que luego del linchamiento en Puebla, se dio a conocer otro en Santa Ana, municipio de Tula, Hidalgo, cuando un hombre y una mujer fueron quemados vivos por haber sido acusados de ser secuestradores.