Al igual que en el tiradero de Matatlán, que Caabsa usa como basurero irregular en Tonalá, el sitio de La Cajilota recibe más desechos de los que desde ahí se transfieren a rellenos sanitarios en regla.
Según la autorización ambiental de Semadet, emitida desde 2014, en la estación de transferencia de Tlajomulco, Caabsa debería tener una plataforma de concreto techada donde recibiría de forma ordenada alrededor de 750 toneladas de basura al día que en su totalidad tendría que mandar a basureros autorizados.
Es decir, al final de la jornada laboral, el sitio de La Cajilota debería quedar totalmente libre de basura.
Pero en la realidad, no hay estructuras techadas en el predio de una hectárea y media, y la plataforma de concreto hace tiempo que fue rebasada por la montaña de basura que de forma irregular se va acumulando al recibir el doble de residuos de los autorizados, por lo que los desechos son depositados sobre la tierra sin que existan medidas para evitar la contaminación del subsuelo y los mantos acuíferos con los jugos de basura o lixiviados.
En teoría, el terreno de La Cajilota es el espacio que el Ayuntamiento de Tlajomulco anunció que entregaría a la empresa inglesa RCRWTE para la construcción de una planta que promete reciclar el cien por ciento de la basura del municipio a partir del segundo semestre del año. Sin embargo, el terreno sigue en posesión de Caabsa, no se ve ningún avance de la construcción y la montaña de basura sigue en crecimiento.