Con las nuevas construcciones que se están realizando en Michoacán, así como trabajos de investigación del Instituto de Antropología e Historia, cada vez es más común que se localicen piezas arqueológicas en el Estado que en ocasiones quedan al resguardo de la ciudadanía.
Marco Antonio Espinosa, director del INAH: "Debemos decirlo con toda la claridad, muchas personas físicas tienen en su haber una cantidad no determinada por el Instituto de piezas arqueológicas, nosotros hemos hecho cada vez que tenemos la oportunidad una campaña para pedirle a la gente que tiene objetos en su posesión que los registre ante el INAH".
El propósito de la dependencia es tener un claro conteo de las piezas prehispánicas que se encuentran en Michoacán para evitar que en algún punto se pierdan y para que abonen al patrimonio cultural, asegurando que se podrán tener bajo el resguardo de los ciudadanos los objetos, pues se les brindan las condiciones necesarias y legales.
Eugenia Fernández, arqueóloga: "Tienen una clave y las piezas están marcadas, es una forma de tener el control sobre las piezas porque, si bien tenerlas bajo el resguardo es legal, la venta no, entonces el tener las piezas bien marcadas con su debida ficha de resguardo que se le entrega al interesado y nos quedamos nosotros uno y otro en México, es para poder dar seguimiento a que realmente esa colección está siendo bien cuidada".
De detectarse la falta de las piezas, se retiran las sobrantes de los inmuebles y se procede de manera legal contra los responsables. La forma de tener los bienes arqueológicos es mediante una concesión de uso que permite la posesión legal pero implica también obligaciones. Las piezas no se pueden mover del domicilio registrado.
Roberto Castillo, jefe de departamento jurídico del INAH: "Implica que el Instituto en cualquier momento pueda revocar esta concesión de uso y pedir las piezas, como son nominativas, reitero, no están en el comercio, tampoco se puede realizar un acto traslativo, como no son tuyas, no se pueden donar, no se pueden prestar".
El comercio ilegal de piezas tiene como pena de 3 a 10 años de prisión, en los últimos 3 años, se repatriaron alrededor de 14 mil bienes que fueron ubicados en otros países.