Petróleos Mexicanos (Pemex) atraviesa una crisis financiera debido a sus elevados adeudos con proveedores, que superan los 20,500 millones de dólares
Esta situación ha tenido un impacto negativo en las empresas que dependen de los pagos puntuales de la empresa estatal para mantener sus operaciones. La deuda total de Pemex, incluyendo su deuda financiera, asciende a más de 100,000 millones de dólares, lo que ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad de la empresa a largo plazo.
En respuesta a estos atrasos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que la petrolera pagará a sus proveedores en tres partes: una en diciembre, otra en enero y la última en febrero. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum reconoció los retrasos en los pagos y subrayó que la Secretaría de Hacienda está trabajando en un esquema financiero para asegurar que los recursos necesarios estén disponibles para cumplir con los compromisos adquiridos.
La mandataria garantizó que "se va a pagar a todos los que le debe Pemex, a todos se les va a pagar", asegurando que no quedará ningún proveedor sin recibir su pago
El retraso en los pagos se debe a una revisión exhaustiva de las finanzas de Pemex, que ha revelado la necesidad de un programa integral para mejorar tanto la operación como la situación financiera de la empresa. Sheinbaum explicó que este proceso de revisión no solo incluye ajustes estructurales, sino también modificaciones constitucionales en la empresa. Estos cambios están enfocados en garantizar que Pemex, como empresa pública, pueda realizar los ajustes necesarios en sus leyes secundarias para sanear sus finanzas y mejorar su eficiencia operativa.
La falta de pago a proveedores ha generado un ambiente de incertidumbre entre las empresas, que han tenido que hacer frente a dificultades económicas, incluyendo la reducción de personal y el cierre de operaciones. En particular, las empresas de servicios petroleros, que juegan un papel crucial en las actividades de Pemex, han exigido el pago de 5,114 millones de dólares por los servicios prestados. Este impago ha afectado negativamente a miles de trabajadores y empresarios locales que dependen de estos contratos para su sustento.
El caso de Pemex no es un fenómeno aislado. La empresa pública mexicana es una de las más endeudadas del mundo, con una deuda que ha alcanzado niveles alarmantes
La incapacidad de Pemex para cumplir con sus compromisos financieros ha generado dudas sobre su viabilidad a largo plazo y su capacidad para mantenerse como uno de los pilares de la economía nacional. A pesar de las promesas de la administración actual, la deuda sigue creciendo, lo que ha intensificado las críticas hacia la gestión financiera de la empresa.
Para resolver esta crisis, la administración de Sheinbaum ha implementado una serie de medidas, que incluyen la revisión de las finanzas de Pemex y la reestructuración de sus operaciones. Estas medidas buscan garantizar que la empresa pueda cumplir con sus obligaciones y evitar que los problemas financieros persistan. Sin embargo, la efectividad de estas acciones dependerá de su correcta ejecución y de la capacidad de Pemex para mejorar su gestión operativa.
Se espera que el programa integral propuesto por la Secretaría de Hacienda, combinado con los pagos parciales anunciados, ayude a aliviar la presión sobre los proveedores de Pemex