El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se burló abiertamente de los países que han buscado negociar con su gobierno para evitar los nuevos aranceles que han entrado en vigor esta semana.
Durante una reunión con el Comité Republicano, Trump declaró: "Estos países nos están llamando. Me están besando el trasero. Se mueren por llegar a un acuerdo", en referencia a las reacciones internacionales ante sus medidas comerciales.
Los comentarios del mandatario se dieron horas antes de que entraran en vigor los llamados "aranceles recíprocos", que imponen nuevos gravámenes a las importaciones provenientes de más de 70 países.
De acuerdo con la Casa Blanca, varios gobiernos han comenzado a negociar con Estados Unidos para reducir los aranceles a cambio de acciones que ayuden a equilibrar el comercio bilateral.
Entre las medidas más severas anunciadas se encuentra un arancel del 104% a las importaciones de China, resultado de un nuevo aumento del 50% adicional. También se aplicará un gravamen del 20% a productos provenientes de la Unión Europea, así como cargos extra de hasta el 50% a más de medio centenar de países.
Trump afirmó que líderes extranjeros lo han estado "rogando" para evitar estos nuevos aranceles. "Por favor, por favor, señor, llegue a un acuerdo. Haré lo que sea, señor", dijo imitándolos durante su intervención. Las declaraciones generaron críticas por el tono burlón y por escalar la tensión con socios comerciales históricos.
Las palabras del presidente estadounidense coinciden con las visitas diplomáticas que varios países están realizando a Estados Unidos. Delegaciones de Corea del Sur y Japón ya se encuentran en Washington para buscar acuerdos, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aliada política de Trump, viajará la próxima semana.
La política arancelaria impulsada por Trump ha generado preocupación en los mercados internacionales, al aumentar la posibilidad de una nueva guerra comercial. Sin embargo, el presidente insiste en que estas medidas son necesarias para proteger la industria estadounidense y presionar a otros países a actuar con mayor equidad en el comercio.
Por ahora, las negociaciones continúan, mientras diversos gobiernos analizan las posibles repercusiones económicas de los nuevos gravámenes. El mensaje de Trump ha sido claro: Estados Unidos está dispuesto a endurecer sus políticas comerciales para hacer valer sus intereses.