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12 de Diciembre del 2024
Sociales

Afganistán y la inexistente libertad de expresión femenina

Afganistán y la inexistente libertad de expresión femenina

Este lunes, la Unión Europea (UE) y las Naciones Unidas han emitido fuertes críticas contra la reciente legislación impuesta por los talibanes en Afganistán, que prohíbe a las mujeres hablar en voz alta en lugares públicos.


La ley, conocida como la Ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, fue aprobada el pasado jueves y marca un nuevo hito en la serie de restricciones impuestas por el régimen talibán desde su regreso al poder en el año 2021.


El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha expresado en un comunicado que esta decisión es un "duro golpe" contra los derechos de las mujeres y niñas afganas. Borrell ha calificado la nueva ley como una forma de persecución de género, que es considerada un crimen contra la humanidad según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Afganistán es parte de este tratado, lo que aumenta la presión internacional sobre el régimen talibán para que retire esta normativa.


"La ley crea otro obstáculo autoimpuesto a la normalización de las relaciones y al reconocimiento por parte de la comunidad internacional", ha señalado Borrell, enfatizando que el régimen talibán continúa alejándose de los estándares internacionales.


Preocupaciones de la ONU sobre las restricciones impuestas




La ONU también ha manifestado su preocupación por las implicaciones de la nueva legislación. La misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) ha descrito la ley como una "visión desoladora del futuro" y ha expresado alarma por las restricciones amplias a la conducta personal que otorgan a la policía de la moral poderes extendidos.


Roza Otunbayeva, representante especial de la ONU para Afganistán, ha subrayado que la ley no solo limita la libertad de expresión de las mujeres, sino que convierte el simple acto de hablar en público en una transgresión moral.


El artículo 13 de la nueva ley establece que la voz de una mujer es un "atributo íntimo" que no debe ser escuchado en público. Esto implica la prohibición de actividades como cantar, recitar o leer en voz alta, creando un entorno donde las voces femeninas están prácticamente silenciadas.


Endurecimiento del código de vestimenta y restricciones adicionales




La nueva ley no solo se enfoca en la restricción de la voz de las mujeres, sino que también endurece el código de vestimenta impuesto por los talibanes. Según las nuevas normativas, es obligatorio que las mujeres se cubran completamente en público con un velo integral que oculte también su rostro. La ropa debe ser lo suficientemente gruesa, suelta y larga para no delinear la figura femenina, reforzando aún más el control sobre la apariencia y comportamiento de las mujeres en la esfera pública.


Además, las leyes recién aprobadas introducen restricciones adicionales significativas para las mujeres en Afganistán. Las mujeres tienen prohibido mirar a hombres con los que no tienen parentesco cercano y se les prohíbe viajar solas, limitando severamente su movilidad y autonomía. Estas medidas buscan mantener a las mujeres en la esfera privada, reduciendo su presencia y participación en la vida pública.


¿Cómo era la vida para las mujeres antes en Afganistán?




La historia de los derechos de las mujeres en Afganistán ha estado marcada por avances significativos seguidos de profundos retrocesos. Desde principios del siglo XX, las afganas han luchado por la igualdad y la libertad, pero sus esfuerzos han sido interrumpidos por diversos regímenes y cambios políticos.


A principios del siglo XX, el reinado de Amanulá Khan (1919-1929) representó un período progresista para Afganistán. Khan implementó reformas que incluían la apertura de escuelas mixtas y la prohibición de matrimonios forzados, además de una nueva constitución que buscaba garantizar los derechos de las mujeres.


Sin embargo, estas reformas encontraron resistencia entre los tradicionalistas, lo que llevó a su derrocamiento en 1929. Muhammad Nadir Shah, quien asumió el poder, revocó muchas de las reformas de Khan, cerró las escuelas para niñas y reinstauró las estrictas normas de vestimenta.


A pesar de este retroceso, la situación mejoró con el reinado de Muhammad Zahir Shah (1933-1973). Durante este período, se restablecieron las reformas educativas y se fundó una nueva universidad. En 1964, las mujeres obtuvieron el derecho al voto, lo que representó un avance significativo en sus derechos civiles.




El golpe de estado de 1973 y la posterior invasión soviética en 1979 trajeron cambios adicionales. Bajo el régimen comunista del Partido Democrático Popular de Afganistán, los derechos de las mujeres continuaron mejorando, con una significativa presencia femenina en el ámbito educativo y profesional. Aproximadamente el 45% de los profesores eran mujeres, y se prohibieron prácticas perjudiciales como el matrimonio forzado. Sin embargo, estos avances se centraron principalmente en las áreas urbanas, y las zonas rurales continuaron enfrentando serios desafíos.


La llegada del Talibán al poder en 1996 supuso un drástico retroceso para las mujeres. El régimen impuso estrictas normas que requerían que las mujeres usaran burka y prohibió su participación en la educación y el empleo. Estas medidas llevaron a una severa restricción de los derechos de las mujeres y a una profunda disminución de su visibilidad en la vida pública.


Ahora, con el regreso del Talibán al poder, hay un creciente temor de que las mujeres afganas enfrenten una nueva era de represión similar a la vivida en la década de 1990. Las señales actuales sugieren que los avances logrados en el pasado podrían verse amenazados, marcando un posible regreso a una de las épocas más oscuras para las mujeres en Afganistán. La historia de los derechos de las mujeres en el país refleja una continua lucha entre el progreso y la regresión, con cada cambio de régimen influyendo profundamente en su estatus y libertades.




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