La policía estatal Rosario Arriaga Zavala y su hija menor de edad fueron asesinadas en Abasolo, Guanajuato.
Los crímenes ocurrieron la tarde del martes en la carretera Pénjamo-Huanímaro.
Una llamada de emergencia alertó a las autoridades, quienes al llegar hallaron muerta a la uniformada al interior de su vehículo, un sedán color gris y el cuerpo de su hija Julieta al exterior del carro, junto a la puerta del copiloto.
La Secretaría de Seguridad y Paz del Estado de Guanajuato asegura que no habrá impunidad y que los responsables de este cobarde acto serán encontrados y deberán rendir cuentas ante la justicia.