El sacerdote Gregorio López, conocido como Padre Goyo, hizo un llamado a las autoridades de seguridad estatal para que revise urgentemente la violencia que se ha desatado en la región de Apatzingán.
Mediante un desplegado difundido este lunes, acusa que desde que se vendió la plaza se ha desatado la delincuencia de una manera tan severa, y se ha dejado de manifiesto en las cifras de refugiados que llegan a los albergues de la frontera norte del país.
El religioso acusó que solo este lunes se reportó un intento de homicidio en contra de una mujer, y el robo a mano armada de dos jóvenes en la glorieta a Chandio, además del aparente monopolio de los precios de productos de la canasta básica.
Lamenta que pese a que se presume la estrategia de seguridad, los delincuentes siguen cada vez en expansión en la zona.