Gasto en infraestructura cae 40% en siete años
El gasto en infraestructura en caminos, puentes, escuelas, hospitales, entre otros rubros, cayó 40 % de 2013 a 2020, a pesar de ser factor indispensable para el crecimiento de la economía, superar la pobreza y la marginación, además de incrementar la competitividad, y ser factor determinante para elevar la calidad de vida.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en 2014 el gasto público en ese sector, representaba el 4.7% del Producto Interno Bruto, y al cierre de 2020 cayó al 2.8 %.
La investigadora Alejandra Macías, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, advirtió que esto se traduce en rezago.
La falta de creación de infraestructura social, se traduce en estas carencias que tienen las personas en vivienda o falta de cobertura en salud, o el hecho de que tengamos resultados por debajo en pisa, en la parte de aprendizaje, todo eso está relacionado.
Los recortes a presupuestos en obra pública, las cancelaciones o retrasos en su ejecución, y una mala planeación, generan consecuencias negativas en el crecimiento económico y el desarrollo social, dijo Christopher Cernichiaro, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.
"En la infraestructura económica, como energía y comunicaciones y transportes, tiene un impacto directo en el crecimiento económico, mientras en la infraestructura social, como salud, educación y vivienda, un impacto indirecto a través del desarrollo humano".
Entre 2010 y 2020, los sectores en donde más se concentró el gasto en infraestructura, fue en energía con 47%, vivienda con 21%, comunicaciones y transportes con 9%; mientras que educación sólo en 3% y salud, 2%.
Entre las obras de infraestructura que el gobierno federal realiza en coordinación con estatales, y que aún siguen en espera de concluirse, se encuentran el Tren Interurbano México-Toluca, que lleva siete años en obra.
El gobierno federal asegura que estará listo en 2024, cuando la fecha inicial era 2017. El costo de inicio era de 30 mil millones de pesos, pero hoy se estima que terminará costando más del triple de esa cantidad.
En el caso de Oaxaca, hay infraestructura carretera inconclusa desde hace 3 sexenios: la carretera Barranca Larga-Ventanilla, y Mitla-Tehuantepec, que no se han concluido por falta de recursos.
Asimismo, el Tren Interurbano de Guanajuato, cuya obra se frenó antes de iniciar.
"Ante la falta de infraestructura en Oaxaca, Guerrero y Chiapas, va a ser muy difícil que pueda haber un desarrollo económico y social en esa zona, si no tenemos una inversión en infraestructura más agresiva", consideró Héctor Villarreal, Investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.
El gobierno federal ha dicho que no iniciará más obras después de 2022, a menos que se garantice su conclusión antes de 2024, para evitar dejar obras tiradas o en proceso.
