Martín Borrego Llorente presentó su renuncia a la Coordinación de Contacto con la Ciudadanía de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) luego del escándalo desatado por la celebración de su boda en el Museo Nacional de Arte (Munal). En su carta, dirigida a la titular de la dependencia, Alicia Bárcena, destacó que la decisión fue tomada de manera voluntaria e irrevocable.
Borrego subrayó que el evento fue de carácter privado, organizado según el protocolo del museo y financiado con recursos personales. Sin embargo, reconoció que haber solicitado el uso del espacio mediante un correo institucional, cuando se desempeñaba como jefe de Oficina en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), fue un error impropio de un servidor público.
"Reconozco que fue impropio haber solicitado el espacio a través de un correo institucional, cuando me desempeñaba como su jefe de Oficina ?, con el agravante de haberlo hecho sin su conocimiento", escribió en su renuncia, refiriéndose a Bárcena
El escándalo cobró relevancia a partir de una columna publicada por el periodista Claudio Ochoa, quien señaló que, pese a tratarse de una boda, el evento en el Munal fue presentado como un acto oficial. Esto generó cuestionamientos sobre el uso del recinto, administrado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
El INBAL confirmó que Borrego había solicitado el Salón de Recepciones en septiembre pasado bajo el pretexto de celebrar el "89° Aniversario de las Relaciones Diplomáticas entre Rumania y México". Según el exfuncionario, la Embajada de Rumania estuvo a cargo de la logística del evento, aunque posteriormente admitió que la solicitud se realizó desde su correo institucional.
En sus primeras declaraciones, Borrego justificó el evento y una misa previa en la Capilla de los Ángeles de la Catedral Metropolitana como parte del cierre de ciclo de su esposo, quien ocupa el cargo de jefe de misión adjunto en la Embajada de Rumania. No obstante, fotografías publicadas por los invitados en redes sociales mostraron a la pareja portando prendidos de flores y posando en diversas áreas del Munal, evidenciando que se trataba de una boda.
Entre los asistentes destacaron figuras diplomáticas, como el embajador rumano Marius Lazurca, y la propia Alicia Bárcena, quien estuvo al frente de la Cancillería hasta el 1 de octubre, días antes del evento
A raíz del escándalo, la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado anunciando que su Órgano Interno de Control inició una investigación sobre el caso. Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum pidió indagar a fondo y recordó a los servidores públicos la importancia de mantener un comportamiento acorde con los principios de la Cuarta Transformación.
El evento en el Munal cobró notoriedad no solo por las contradicciones en las declaraciones de Borrego, sino también por el uso de un espacio cultural emblemático para fines personales bajo la fachada de un acto diplomático. Este tipo de situaciones plantea cuestionamientos sobre los límites éticos en la conducta de los funcionarios públicos y el uso de recursos institucionales.
Aunque Borrego reiteró que el evento fue cubierto con fondos propios y que no se incurrió en dolo ni quebranto al erario, su dimisión refleja el impacto de las decisiones cuestionables en la percepción pública de los servidores y las instituciones que representan.
La secretaria de la Semarnat, Alicia Bárcena, informó que solicitó la renuncia inmediata de Martín Alonso Borrego Llorente, quien ocupaba el cargo de coordinador de Contacto con la Ciudadanía