Morelianos disfrutan de la pista de hielo

Aunque la pista de hielo en la Plaza Melchor Ocampo ya se volvió una constante en Morelia, hay habitantes que por primera vez vivieron la experiencia de deslizarse en la superficie, esta atracción es para niños, niñas y adultos, sin rango de edad y con búsqueda de diversión.

Camila, estudiante: "Estuvo bien solo que los zapatos aprietan mucho y duele el pie, pues a mí me gustó, es la primera vez que vengo a una pista de patinaje y ya, creo que está muy bien todo".

El acceso a la pista es gratuito, solo se tiene que esperar unos minutos para conseguir los turnos en los que se ingresa, lo que para los morelianos parece algo considerable ya que el tiempo de espera durante la mañana es de aproximadamente 10 minutos.

Eric Ortíz, ciudadano: "Me divertí mucho, los patines los sentí un poquito incómodos, pero fue más que nada por mi error, pero como tal, la pista está muy bien para venir a practicar y pasarla con tus amigos".

Con la actividad se acerca a los niños y jóvenes una de las experiencias que se pensaba imposible en la ciudad, pues de manera permanente no hay un espacio de patinaje sobre hielo como en otros Estados. Los horarios para acceder son de domingo a jueves de 10 de la mañana a 2 de la tarde, se realiza una pausa para mantenimiento y posteriormente se retoma de 4 de la tarde a 8 de la noche. Los viernes y sábados, el horario se extiende hasta las 9 de la noche.

Astrid Chávez, moreliana: "Muy buena la atención que te brindan las personas encargadas desde la entrada, hasta pues la entrega de patines, las personas que están adentro en la pista ayudando también vine con mis amigos y bien, tuvimos que esperar nada más 10 minutos para entrar, entramos super rápido y la entrega de patines y todo igual". 

Los únicos requisitos son llevar calcetas largas e ir acompañado por un adulto si eres menor de edad, ya que se requiere de autorización. La pista se mantendrá hasta el 6 de enero por lo que el tiempo es suficiente para que al menos por 15 minutos puedas tener la sensación de los patinadores artísticos profesionales.