En el marco del programa FIL Pensamiento de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se celebró la mesa redonda titulada "Las mujeres en un mundo de violencia machista"
Este evento reunió a tres destacadas especialistas en un foro lleno de asistentes interesados en escuchar reflexiones y estrategias para enfrentar la violencia de género. Las invitadas fueron Nuria Varela, periodista española y asesora del Consejo de Brecha de Género del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; Marina Castañeda, autora mexicana que participó mediante videollamada por razones de salud; y Rita Segato, escritora, antropóloga y activista feminista argentina, quien se llevó el entusiasmo más efusivo del público.
La conversación comenzó al ritmo de "Canción sin miedo" de Vivir Quintana, uno de los himnos feministas más recientes. Patricia Rosas Chávez, moderadora del panel, abrió con un impactante dato: "Si cada diez minutos matan a una mujer, al terminar esta jornada habrá 18 asesinadas". Con esta afirmación, dio paso a Marina Castañeda, quien compartió su perspectiva como psicoterapeuta y autora. Marina exploró las raíces de la violencia machista, destacando los actos cotidianos de agresión que muchas veces pasan desapercibidos por estar normalizados. En su libro Machismos invisibles, analiza cómo estas conductas están profundamente arraigadas en la cultura y las relaciones humanas, y enfatiza la necesidad de prestar atención a los hombres y a las masculinidades que están construyendo.
A lo largo de su intervención, Marina señaló ejemplos claros de estas dinámicas, como las tensiones en la comunicación de pareja o las críticas que muchas mujeres reciben al intentar asumir roles tradicionalmente masculinos, como conducir un auto. Concluyó que el feminismo debe abordar también las relaciones de poder que los hombres establecen con el mundo, para así desmantelar el sistema desde sus bases
Por su parte, Nuria Varela centró su reflexión en la disminución de la presencia femenina en las esferas de poder. "A inicio del año pasado había 37 mujeres al frente de los países; para noviembre de 2023 eran 28", lamentó. Aunque reconoció avances importantes, como la elección de la primera rectora de la Universidad de Guadalajara y la primera presidenta en México, subrayó que los datos globales no son alentadores. Además, enfatizó que esta ausencia de mujeres en posiciones clave perpetúa la desigualdad, ya que la toma de decisiones sigue siendo predominantemente masculina.
Nuria también aprovechó para criticar las narrativas que justifican el machismo. "La primera fake news de la historia es el machismo, porque les dijeron a los hombres que eran mejores que las mujeres y se la creyeron", afirmó. Asimismo, vinculó el discurso machista con otras formas de supremacía que alimentan el odio hacia las diferencias, ya sean de género, religión u orientación sexual.
Rita Segato, con su estilo desafiante, planteó una reflexión profunda sobre las masculinidades y su construcción en América Latina. "Soy feminista, pero hablo mucho de las masculinidades", afirmó, abordando temas como la violencia estructural, el reclutamiento de hombres por parte del crimen organizado y la obsesión masculina por dejar un legado simbólico, como un funeral memorable. "Es el mandato de masculinidad lo que reduce diez años de su expectativa de vida. Ser hombre es una estupidez", sentenció, arrancando aplausos del público.
Segato también criticó la falta de efectividad de las políticas públicas en la erradicación de la violencia de género, señalando que estas, por sí solas, no han sido suficientes. Según su experiencia, el cambio real proviene de acciones concretas y de enfrentar cara a cara las realidades que perpetúan la desigualdad
En la parte final del evento, las panelistas coincidieron en la importancia de la solidaridad entre mujeres. Marina Castañeda subrayó que, en lugar de asumir posturas de ataque, las mujeres deben priorizar el apoyo mutuo, especialmente en tiempos de conflicto, cuando son las primeras en ser sacrificadas. Por su parte, Nuria Varela destacó el papel crucial de las generaciones más jóvenes en el feminismo, pero enfatizó que no debe haber un relevo generacional como tal, sino una colaboración entre todas las edades. "En el feminismo no hay relevo generacional, porque de aquí no se va nadie", aseguró.
Finalmente, Rita Segato cerró con una postura crítica hacia el feminismo excluyente. Defendió la inclusión de las personas trans dentro del movimiento, recordando que cuestionar el determinismo biológico ha sido uno de los mayores logros del feminismo. También hizo un llamado a aprender de las culturas originarias, donde la diversidad de género era una práctica común antes de la colonización.
Cuando la charla llegó a su fin, Nuria Varela aprovechó para invitar a la reflexión y al trabajo en conjunto. "Dejemos de pelear, mejor discutamos y busquemos puntos en común". Mientras las bocinas resonaban nuevamente con la guitarra de Vivir Quintana, el público salió con una mezcla de entusiasmo y reflexión, cargado con las ideas compartidas por estas voces inquebrantables que luchan por la equidad de género