Este jueves, un sismo de magnitud 7.0 sacudió el norte de California, generando preocupación y activando brevemente una alerta de tsunami para las costas de los estados de California y Oregón.
Sin embargo, horas después, el Sistema de Alerta de Tsunamis del Servicio Meteorológico de Estados Unidos canceló la advertencia, asegurando que ya no existe peligro para las zonas costeras afectadas.
El terremoto ocurrió a las 10:44 de la mañana, hora local, con epicentro ubicado a 10 kilómetros de profundidad, cerca de Petrolia, una pequeña localidad en el condado de Humboldt, al norte de San Francisco. Apenas tres minutos después, una réplica de magnitud 5.8 sacudió el área cercana a Cobb, también en el norte de California, seguida de más de diez temblores adicionales, cuyas magnitudes oscilaron entre 2.5 y 4.3, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Hasta el momento, las autoridades locales no han reportado víctimas. Sin embargo, continúan evaluando posibles daños estructurales en las áreas afectadas y han emitido recomendaciones a la población para mantenerse alejados de las zonas costeras como medida de precaución.
Aunque los terremotos son comunes en California debido a su ubicación en el límite de la placa norteamericana, los de magnitud superior a 5 no ocurren con frecuencia. Este evento generó una rápida respuesta de las autoridades, recordando la importancia de estar preparados en una región propensa a sismos.
El condado de Humboldt, epicentro del movimiento, es conocido por estar cerca de la Falla de Cascadia, una de las zonas sísmicas más activas del país. Afortunadamente, este evento no causó daños mayores ni víctimas, aunque generó un breve periodo de incertidumbre para las comunidades costeras.
En la memoria de muchos californianos aún permanece el terremoto de Northridge en 1994, de magnitud 6.7, que dejó 57 fallecidos y causó grandes daños en la zona metropolitana de Los Ángeles. Aunque el sismo de hoy fue más fuerte, su ubicación más remota contribuyó a que sus efectos fueran menores en comparación.
Este evento refuerza la necesidad de que la población de California mantenga medidas preventivas y planes de emergencia para enfrentar la constante amenaza de sismos en la región. Las autoridades continúan monitoreando cualquier posible réplica significativa que pueda presentarse en las próximas horas.